Afectuosa acogida a los Reyes en Sucre

La segunda etapa del viaje de los Reyes a Bolivia anuló la tensión de días anteriores, con una cariñosa acogida popular en Sucre, la capital histórica del país, sede de la Corte Suprema, donde las gentes saludaron a los ilustres visitantes, casi tocándoles desde las aceras, en medio de unas discretas medidas de seguridad que contrastaban con el muro de hierro policial impuesto en La Paz, donde se produjeron diversos incidentes durante la visita.

Algunas pintadas contra la presencia de los Reyes y un petardo de dinamita que destruyó un busto de Isabel la Católica, donado en 1985 por el ICI y situado en un parque de la ciudad, no empañaron en esta ocasión el eco popular y distendido de la visita de los monarcas españoles a esta ciudad, fundada en 1538 por don Pedro de Anzures con el nombre de La Plata, y conocida también como Sucre, Chuquisaca y La Ciudad Blanca.El alcalde de la ciudad, Mario Linares, del partido Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), dijo a este diario en el aeropuerto poco antes de la llegada de los Reyes que "las acciones de algunos alborotadores aislados de extrema izquierda no tienen nada que ver con el recibimiento caluroso que les espera a los Reyes en esta ciudad". "Sucre lleva mucho tiempo esperando con los brazos abiertos este viaje. Aquí no hay ningún sentimiento antihispanista", añadió Linares. Las pintadas y otras acciones de protesta previas al viaje fueron perpetradas por el grupo de extrema izquierda Eje de Convergencia, de ideología troskista e instalado en los ambientes universitarios de esta ciudad, y que habían anunciado importantes acciones de protesta, que finalmente no se han realizado.

Antes de llegar a Sucre, el avión de las líneas aéreas bolivianas en que viajaron los Reyes sobrevoló la histórica ciudad de Potosí, dando ocasión para el Rey enviara un mensaje a los potosinos disculpándose por no visitar la otrora imperial ciudad.

El acto más importante de la jornada sucreña de los Reyes fue la investidura de doctor honoris causa, a don Juan Carlos, por la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier, de Chuquisaca, donde el Rey pronunció un discurso glosando las relaciones históricas de la Corona con la universidad y el relevante papel que desde el descubrimiento tuvo esta institución en el continente americano. Don Juan Carlos rindió homenaje a los próceres de la independencia y en primer lugar, de entre todos, a Simón Bolívar, a cuyos oídos y conocimiento llegó la profunda labor regeneradora del pensamiento de la época".

Tras este acto académico los Reyes pasearon por el patio de la universidad y visitaron la Casa de la Libertad, donde Simón Bolivar y Sucre firmaron el acta de la independencia boliviana, así como la catedral y la riquísima capilla de Guadalupe.