España mantendrá la tasa de paro más elevada de Europa, a pesar de su mayor crecimiento económico

La economía española será la que más crezca en este año y el siguiente en el conjunto de los 12 países miembros de la Comunidad Europea, según un informe de la Comisión hecho público ayer, y ello se traducirá en un mayor crecimiento del empleo, aunque éste será incapaz de impedir que la tasa de paro en España se mantenga por debajo del 21%, la más elevada de toda la CE. El informe comunitario estima que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) español para 1987 se situará en el 2,8% en lugar del 3% previsto por la Administración española.

La Comisión Europea dio ayer a conocer sus últimas previsiones económicas para 1987 y 1988 que rectifican a la baja los anteriores índices moderadamente optimistas de crecimiento y reducción del paro para el conjunto de los doce Estados miembros. El crecimiento medio de los doce se situará este año, según los expertos comunitarioá, en un 2,2% del producto interior bruto y el próximo podría alcanzar un 2,3%. Para España esos porcentajes son respectivamente del 2,8% -sólo superado en 1987 por el Reino Unido, Italia y Portugal- y del 3%, el más alto junto con el del vecino luso.El informe atribuye estas mediocres estimaciones a "las tendencias de la coyuntura internacional y más especialmente a la disminución más acentuada de lo previsto del cambio del dólar con relación al ECU" (unidad de cuenta europea). "Las perspectivas de exportación y, por consiguiente, las inversiones de las empresas, han sufrido un sensible deterioro", añade la Comisión.

Un 6% de inflación

Otra faceta de este deterioro es la escasa creación de empleo en la CE (0,6% en 1987 y 0,5% en 1988) que apenas bastará para que el porcentaje de parados permanezca estable en relación a la población activa, manteniéndose en en tomo al 11,8%. El mayor crecimiento económico en España generará más puestos de trabajo pero como su población es también más joven el índice de desocupados seguirá situándose en el 21,3%, que le coloca a la cabeza.El índice de precios al consumo del conjunto de la Comunidad Europea arrojará, sin embargo, un resultado todavía mejor que en años anteriores (3,2% en 1987 y 3,3% en 1988) gracias, en gran parte a la disminución de la inflación en los países mediterráneos que, no obstante, duplicará o triplicará aún la media comunitaria. En España alcanzará durante el año en curso un 6% y en el próximo sólo se reducirá hasta un 514%,01 porcentaje solo superado por Portugal y Grecia. Este fenómeno explica que, a pesar de que el aumento salarial nominal vaya a ser en España uno de los más altos de la CE -7,4% en 1987 y 6,5% en 1988- el incremento real de los sueldos sea tan sólo del 1,3% y 1%, aproximadamente un 1% menos que en el conjunto de los doce. El auge del consumo privado será, sin embargo, en España prácticamente similar al de sus socios europeos al registrar una progresión del 3,5% y 3,1%., respectivamente.. En cuanto al comportamiento del sector exterior, España seguirá manteniendo, junto con Portugal, el récord de aumento de importaciones de bienes de consumo, que progresarán un 14,2% en 1987 y un 8,5% en 1988, mientras el incremento de las exportaciones será mucho más moderado (2,5%, y 4,3%).