Rita Hayworth, enterrada en Los Ángeles

Hollywood dio el lunes un emocionante adiós a Rita Hayworth con centenares de famosos del cine, que asistieron al funeral celebrado en la iglesia católica del Buen Pastor, en Beverly Hills, en Los Ángeles. Mientras una orquesta de cuerda interpretaba diversas melodías de sus películas, se celebró el oficio religioso funerario por la actriz y bailarina pelirroja de origen español, cuyo cuerpo yacía rodeado de lilas y tulipanes blancos frente al altar de la iglesia. Glenn Ford, Tony Franciosa, Ricardo Montalbán, César Romero y Don Amechea formaron una guardia ante el féretro durante el oficio religioso."Pienso en ella como lodo amor y alegría. Agradezco a Dios que exista el cine, ya que las gentes de las próximas generaciones tendrán así el privilegio de poder ver a Rita como si estuviera entre nosotros", dijo la actriz Jane Withers en su intervención ante las casi 1.000 personas que asistían al funeral, que duró más de una hora.

Rita Hayworth, la mujer que dijo haber amado y odiado al Hollywood que la hizo famosa, murió el pasado jueves en la casa que tiene su hija, la princesa Yasmin Khan, en Nueva York, a la edad de 68 años, víctima de la enfermedad de Alzheimer, que le quitó incluso el recuerdo de sus éxitos.

Entre los asistentes al funeral se encontraban las dos hijas de la actriz, Yasmin, fruto de su matrimonio con el Aga Khan, tercero de los cinco maridos que tuvo Rita Hayworth, y Rebeca, hija de su segundo matrimonio, el que celebró con Orson Welles.

Yasmin, con quien desde hace muchos años vivía la actriz, se encargaba anualmente de pagar todos sus gastos, incluidos los del tratamiento de su enfermedad y que, en total, superaban los 100.000 dólares (casi 12,5 millones de pesetas) anuales.

Una cadena humana de casi un centenar de amigos y empleados de la funeraria formaron un cordón humano a la entrada del templo para impedir que una apreciable cantidad de admiradores entrase en la repleta nave donde se celebró el oficio religioso. Después del funeral, el féretro fue llevado al cementario de Culver City, en las inmediaciones de Hollywood, donde se inhumaron los restos de la célebre estrella, que fue el símbolo sexual de la década de los cincuenta. Helmes Fand, coreógrafo de varias de las películas que protagonizó Hayworth, leyó una oración en tributo póstumo de la estrella, que durante su carrera de 37 años interpretó más de 60 películas.