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Los forenses reiteran que Gonzalo Rúiz falleció por inflamación y destrucción de los pulmones

Medios cercanos a los forenses que realizaron la autopsia de Gonzalo Ruiz, en el hospital de Valdecilla precisaron ayer que la muerte se produjo por la inflamación y plena destrucción de los pulmones a causa de la inhalación de gases tóxicos por botes de humo lanzados por la Guardia Civil, seguida de neumonía. Esta aclaración ha estado motivada por la información aparecida-ayer en un diario nacional, según la cual en la autopsia fue detectado un tumor en el riñón. Fuentes próximas a los citados forenses manifestaron que la existencia de este tumor in situ, esto es, según la denominación médica, no desarrollado, no guarda ninguna relación con las causas que provocaron la muerte del trabajador de Forjas y Acero.La noticia del descubrimiento del tumor, aparecido en las observaciones macroscópicas llevadas a cabo en el mortuorio de Valdecilla, fue acogida ayer con notoria sorpresa por los doctores Choya, jefe del servicio médico de Forjas y Aceros, empresa donde trabajaba la víctima, y por Elena Díaz Diestro, su médica de cabecera. El primero aseguró a este periódico que el trabajador fallecido era una persona de vida laboral activa y que el último reconocimiento rutinario, que le fue practicado el año pasado, reveló un estado de salud normal, lejos de la patología descubierta por los forenses. Díaz Castro, por su parte, manifestó que nunca había visto a Gonzalo Ruiz acudir al ambulatorio y jamás en su vida le expidió baja alguna. "Tal vez sea verdad", puntualizó, "pero una lesión de esa importancia tenía que haber provocado alguna consulta. Gonzalo no vino nunca a verme por sentirse enfermo".

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En el servicio de Anatomía Patológica de Valdecilla los análisis de los tejidos correspondientes a hígado, riñón, bazo y aparato respiratorio no han finalizado, y se tiene la impresión de que habrá que esperar todavía unas 48 horas.

Según precisaron ayer algunos nefrólogos no es extraño en el curso de una autopsia el hallazgo de tumores renales in situ. Sólo el microscopio y un análisis histopatológico permite posteriormente precisar si su carácter es benigno o maligno.

La doctora María Castellano, catedrática de Medicina Legal de la universidad de Zaragoza, a quien la Guardia Civil designó observadora en la verificación de la autopsia y puso a su disposición un helicóptero para trasladarse a Santander, no estuvo ayer localizable para este periódico ni en la universidad de aquella capital, ni en sus laboratorios de medicina legal ni en su domicilio.

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