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El filete y el mantel

Alfonso Armada

Tanto Lluís Pasqual como Ezio Frigerio, director escénico y escenógrafo, respectivamente, de Il Trittico, ópera que se representa por primera vez íntegra en Madrid, reaccionan con parecida irritación ante la sugerencia de que el teatro y la ópera están siendo devorados por el espectáculo, por la pasión escenográfica. Lo de que la escenografía puede más es una tontería", dice Pasqual. "Cuanto mejor sea el cantante mejor es el resultado final. Es muy equivocado pensar que el cantante es el filete y la escenografía el mantel. Se puede disfrutar musicalmente de una ópera en versión de concierto, pero eso no es una ópera. La ópera nace como un hecho teatral, no como un concierto. Eso es una manía de cuatro o cinco críticos". "Frente a lo que se cree", subraya Pasqual, "no es difícil dirigir a los cantantes de ópera. No son dóciles o indóciles, son cantantes antes que actores. Vienen a cantar y a ensayar. Alrededor de la ópera hay muchos mitos que son mentira: éste es, en parte, uno de ellos. La relación con el cantante es dialéctica . Y muchas veces ocurre que el cantante, si es bueno, sabe tanto o más que el propio director cómo es su personaje. Me resulta igual ensayar con un actor que con un cantante, sabiendo antes que se trata de oficios distintos. Los buenos cantantes no chocan, no rompen la idea del director. Ellos tienen su oficio. A Pons, que ha cantado Gianni Schicchi, le hemos planteado que haga algún cambio en su forma de interpretar su papel".

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Un Puccini escabroso y sentimental

Un cantante dócil

Pons comparte la idea de que es un mito que los cantantes sean reacios a dejarse dirigir. "Lo que ocurre es que el cantante corre más riesgos que el actor de prosa". El barítono señala que "hay actores que dicen que siempre lo han hecho del mismo modo, y eso no es en absoluto prueba de que lo hayan hecho bien". Pons se considera dócil para la interpretación. "El director de escena es el que marca la tonalidad o la intención. En estas óperas bufas es preciso buscar la teatralidad".

A Pons le encanta Il Tabarro, la primera parte del Trittico, por su verismo, aunque puestos a elegir entre Verdi y Puccini prefiere al primero. Dice que el papel de Gianni Schicchi le plantea grandes dificultades, porque el cantante ha de ser más actor, buscar diferentes colores en la voz, hacer varias voces.

Pasqual concede a regañadientes que en el trabajo con los cantantes interviene la capacidad de seducción del director, pero advierte: "No tengo problemas con los cantantes ni con los directores musicales".

Il Trittico será retransmitido desde el teatro de la Zarzuela el próximo 24 de mayo por Televisión Española.

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