El rector de la Universidad Autónoma reconsidera su dimisión

La junta de gobierno de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ratificó ayer la política de profesorado de su actual equipo rector, cuyo titular, Cayetano López, ha decidido reconsiderar su dimisión. La decisión de dimitir se había debido a las dificultades que él y su equipo estaban encontrando para desarrollar la política de profesorado emprendida, tanto a largo plazo como con la perspectiva inmediata de septiembre próximo, fecha límite establecida por la ley de Reforma Universitaria (LRU) para la reconversión de todo el profesorado actual a las categorías establecidas en la misma.

Las tensiones suscitadas en -todas las universidades por las diversas interpretaciones de la LRU en tomo a las figuras de profesor asociado y de ayudante culminaron en la UAM, a finales del trimestre pasado, en una situación que el equipo rector, que dirige Cayetano López, consideró "insostenible", hasta el punto de anunciar su propósito de dimitir.Todo el trabajo que dicho equipo había venido realizando desde hace más de un año (durante ese periodo de tiempo todas las plazas docentes cubiertas por la UAM se ajustan ya a las categorías de la LRU) pareció venirse abajo cuando un sector del profesorado no numerario de la universidad, amparado en determinadas declaraciones ministeriales, comenzó a acusar al rector de estar haciendo una interpretación de la LRU mucho más restrictiva que la de la propia Administración.

Interpretación oficial

Los PNN entienden que la interpretación oficial de la LRU permite reconvertir sin más a la inmensa mayoría de los actuales contratados en profesores asociados con dedicación exclusiva y limitar la figura de ayudante para todos aquellos que no tuvieran entrada en el cupo de asociados. Éstos, según la LRU, no pueden rebasar el 207 de la plantilla global de cada universidad, con la excepción de las politécnicas, que pueden contratar hasta un 30% de asociados. La LRU no define a los ayudantes como profesores en sentido estricto, si bien los engloba genéricamente dentro del personal docente de la universidad.A tenor de aquella interpretación, todo profesor no numerario actual que no pudiera e incluso no deseara acceder a plaza de profesor titular podría convertirse, a partir del próximo curso, en profesor asociado a tiempo completo, de la misma disciplina que hasta ahora venía impartiendo. En el contexto de esa misma interpretación, quedaría excluída por completo la responsabilidad docente de los ayudantes. Éstos se limitarían a culminar su periodo de formación dedicados de modo casi exclusivo al ámbito de la investigación.

Pero la lectura del equipo rector de la UAM "era y es muy otra" según fuentes del mismo. "Sin perjuicio de seguir considerando hasta el límite todas las situaciones personales que sea posible, a fin de que el máximo número de los actuales PNN no se vea abocado a abandonar la universidad, la política del rector Cayetano López pasa por dar la máxima autonomía a los departamentos. Deben ser éstos los que determinen qué profesores pueden y deben seguir desempeñando funciones docentes, dentro de la categoría de ayudantes, y con un grado de responsabilidad igual o semejante al que venían desempeñando hasta ahora, aunque sin rebasar la jornada lectiva semanal prevista por la LRU.

La LRU prevé que las universidades contraten temporalmente como profesores asociados con dedicación parcial a profesionales de prestigio, que podrán compatibilizar la docencia con su trabajo fuera de la universidad. También podrán contratar a tiempo completo a profesionales que decidan dedicarse por entero a la universidad. El rectorado de la UAM opina que es concretamente este tipo de profesor asociado el que debe ser excepcional dentro de la plantilla general. Hay que tener en cuenta que la LRU no exige a dichos profesionales prestigiosos ni el título de doctor, ni experiencia docente alguna.

'Penenes' disfrazados

Según las citadas fuentes, "carece de sentido disfrazar, mediante el recurso generalizado a la figura del profesor asociado, la continuidad sine díe del profesorado no numerario actual". De ese modo se degradaría ya de entrada la figura del ayudante, que, por otra parte, y para dichas fuentes, "ofrece un plazo razonable de cinco años para que muchos de los profesores actuales hagan su proyecto personal de carrera docente e investigadora en la universidad". En esta dirección se había encauzado la planificación de la plantilla de la UAM superando no pocas tensiones, y el equipo rector creía estar a punto de culminar la tarea de sentar las bases de la misma cuando surgieron las discrepancias internas y con la propia Administración que culminaron con la presentación de la dimisión.

La junta de gobierno se reunió durante todo el lunes y la mañana de ayer para estudiar la dimisión del equipo rector, y por 19 votos a favor, dos en contra y tres abstenciones (lógicamente el equipo rector no intervino en la votación) acordó ratificarle su confianza y, de manera explícita, el apoyo a la política de profesorado emprendida, que sólo la propia junta podrá reconducir en los aspectos que crea oportuno.

Esta votación y la convicción de que en muy breve plazo la Universidad Autónoma de Madrid va a recibir apoyos concretos para su política global de dinamización de la vida académica en todos los aspectos (de gestión, investigación y docencia) han decidido al equipo de Cayetano López a continuar con su trabajo y el cumplimiento del programa que asumió al acceder al rectorado.