Malestar por la misa celebrada en instalaciones del Ejército del Aire

La celebración por el Papa, el pasado miércoles, de una misa en instalaciones del Ejército del Aire argentino, situadas en Córdoba, al noroeste de Buenos Aires, ha causado cierto malestar en los sectores eclesiásticos progresistas y relacionados con la lucha por los derechos humanos en Argentina.Estos colectivos ven la mano de la jerarquía eclesiástica en la realización de ese acto eucarístico y lo consideran una prueba más de las buenas relaciones de la cúpula eclesial y el poder militar, de las que han sido exponentes nuncios apostólicos y vicarios castrenses durante la dictadura.

La tenue voz de la Iglesia de base apenas se ha hecho notar durante la visita del Papa a Argentina. En Buenos Aires, donde anoche -madrugada de hoy en España- era esperado Juan Pablo II, estos sectores colocaron carteles en los que se leía: "Bienvenido Juan Pablo II, queremos obispos como Angelelli, mártir por la fe y por su pueblo". Angelelli murió asesinado por las fuerzas de seguridad, según un dictamen judicial.

La polémica actuación de la Iglesia en el pasado régimen ha sido objeto de un informe realizado por sectores progresistas de la Iglesia, con el apoyo de asociaciones de derechos humanos, que lleva por título Nuncios y vicarios en los años de plomo. Este texto critica duramente la actitud del ordinario castrense, José Miguel Medina, que en una reciente homilía -pocas horas antes de la llegada del Papa a Argentina- dijo ante el presidente, Raúl Alfonsín, que en la actual Administración democrática existía corrupción.

El presidente animó al obispo Medina a que denunciara casos concretos. El vicario castrense había justificado la tortura durante el anterior régimen y la intervención del Ejército en la vida política.

Por otra parte, el Papa no recibirá en Buenos Aires a las Madres de la plaza de Mayo. Ellas le dibujarán murales por el suelo en los lugares por los que pasará. Preguntado el obispo Amaldo Canale, vicario general de Buenos Aires y responsable de la organización del viaje por parte de la Conferencia episcopal, sobre por qué el Papa ha decidido no recibirlas, su respuesta fue: "De estas madres existen muchos grupos distintos" y algunos de ellos "han tratado muy mal al Papa". Y añadió que la petición le había llegado "cuando ya estaba ultimado el programa", informa

Juan Arias.Por otra parte, el Papa no recibirá en Buenos Aires a las Madres de la plaza de Mayo. Ellas le dibujarán murales por el suelo en los lugares por los que pasará. Preguntado el obispo Amaldo Canale, vicario general de Buenos Aires y responsable de la organización del viaje por parte de la Conferencia episcopal, sobre por qué el Papa ha decidido no recibirlas, su respuesta fue: "De estas madres existen muchos grupos distintos" y algunos de ellos "han tratado muy mal al Papa". Y añadió que la petición le había llegado "cuando ya estaba ultimado el programa", informa Juan Arias.