Las acusaciones iniciales no tuvieron ninguna consecuencia judicial
Las graves acusaciones hechas contra el coronel Carlos de Meer, tras su detención el 9 de mayo de 1986, no han tenido consecuencia judicial alguna, a pesar de que el propio Gobierno participó en difundir esas acusaciones. El Ejecutivo, los servicios de información, la policía y el propio Ministerio de Defensa contribuyeron, en aquellas fechas, a crear una imagen de De Meer que no se ha traducido en ninguna sentencia equiparable.El mismo día de su detención, los servicios de información afirmaron que el líder libio, Muammar el Gaddafi, se comprometió con De Meer a financiar un partido ultraderechista e involucionista, así como a promover acciones terroristas. El Gobierno, en una nota oficial, señaló que el coronel estaba involucrado en actividades "vinculadas a la extrema derecha".
En medios policiales se llegó a decir que estaba preparando, junto con otros ultras, la formación de comandos para atacar intereses estadounidenses en España. Días más tarde, fuentes de Defensa afirmaron que se acusaba al militar de un delito de conspiración para la rebelión militar, y de hecho se abrió una causa por este delito en la Audiencia Nacional.
El 13 de mayo del pasado año De Meer fue procesado por abandono de residencia. En noviembre de 1986 la Audiencia Nacional archivó la causa por el delito de conspiración.
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