Exposición sobre la joven escultura alemana en el Centro de Arte Reina Sofía
La joven escultura alemana, realizada por artistas nacidos después de la II Guerra Mundial, vive un momento creativo de tal importancia que está considerada por los especialistas como la más interesante del momento actual. El Centro de Arte Reina Sofía de Madrid ofrece desde hoy, jueves, una exposición de cinco artistas alemanes: Bodomir Ecker, Albert Hien, Wolfrang Luy, Reinhard Mucha y Thomas Schute. Según la organizadora de la muestra, Aurora García, la obra de estos cinco creadores no es englobable en ningún movimiento o tendencia común.
Cada uno de estos cinco artistas exhibe en las salas del Reina Sofía una media de cinco obras, parte de las cuales han sido realizadas expresamente para esta exposición. Carmen Giménez, directora del centro nacional de exposiciones, asegura que al contemplar la obra de estos artistas no se puede hablar de tendencias, sino de creatividad individual.Lo mismo opina la comisaria de la exposición, Aurora García, para quien las únicas coincidencias están en la edad de los artistas -alrededor de los 40 años- y su procedencia geográfica. Cuatro de ellos (Ecker, Luy, Mucha y Shütte) viven en Düsseldorf y se han formado en la escuela de bellas artes de esta ciudad, centro por el que han desfilado muchos de los más importantes artistas contemporáneos y que está considerado de vital importancia para la reciente escultura europea. El quinto artista seleccionado en esta muestra, Albert Hien, reside en Múnich, ciudad que junto a Hamburgo constituye un importante foco cultural.
Constructivismo
Aurora García señala que el hecho de que todos ellos hayan nacido en la posguerra y sufrido en su infancia la devastación de Alemania es uno de los factores que puede haber determinado el constructivismo de la obra de estos artistas, aunque añade que todos ellos son partidarios de que el contenido de su obra no sea interpretado por nadie salvo por cada uno de los espectadores que la contemple. Otra de las notas compartidas por todos estos autores es la importancia que el objeto tiene en su obra, hasta el punto de que cada pieza tiene una gran importancia por sí misma.Las piezas traídas a esta exposición por estos artistas tienen, a los ojos del visitante, el punto común de que son trabajos de grandes dimensiones no figurativas. Bogomir Ecker, el más diferenciado de todo el grupo y conocido por esculpir objetos tales como grandes orejas en los laterales de los edificios, ha traído obras que recuerdan las maquetas arquitectónicas. También se asimilan a las maquetas arquitectónicas las obras de Thomas Shütte. Más sorprendente e innovadora puede resultar la obra de Alber Hien, de quien se muestran espectaculares esculturas de aluminio en las que el agua tiene un papel primordial y del que se podría destacar un conjunto escultórico formado por dos copas gigantescas invertidas a través de cuyas bases se derrama agua permanentemente.
Del escultor Wolfrang Luy se exhiben maderas pintadas que asemejan espacios cotidianos a base de emplear platos o copas para cubrir el espacio de una manera insólita. De este artista los especialistas han señalado siempre su intento de buscar un punto de encuentro entre la arquitectura y la naturaleza.
En general, Wolfrang Luy utiliza materiales de origen vegetal, preferentemente la madera, hecho que delata su interés por la naturaleza como parte imprescindible de la vida cotidiana.
Elección subjetiva
Los nombres de los artistas y las obras que integran esta exposición han sido elegidos por la comisaria de la exposición, Aurora García, quien reconoce que forzosamente ha sido una selección subjetiva, aunque reconoce que ha intentado traer a Madrid una relación variada y significativa entre los escultores más destacados de la joven escultura alemana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.