El Vaticano, Chile y Argentina conmemoran el tratado del Beagle

El papa Juan Pablo II; los cancilleres de Argentina, Dante Caputo, y de Chile, Jaime del Valle, y el presidente y el canciller de Uruguay, Julio María Sanguinetti y Enrique Iglesias, respectivamente, como anfitriones, firmaron ayer en la capital uruguaya el Acta de Montevideo, en la que califican a la mediación papal en el conflicto sobre el canal de Beagle "un ejemplo de la búsqueda de la armonía y la hermandad entre los pueblos".En el mismo edificio -el palacio Taranco- donde el 8 de enero de 1978 Argentina y Chile, entonces al borde de la guerra, oficializaron la solicitud de mediación del Vaticano en el conflicto, el Papa ha presidido ahora la ceremonia de ratificación.

El acta afirma que el entendimiento que se alcanzó entre los Gobiernos de Santiago y Buenos Aires constituye un "ejemplo de búsqueda sincera de concordia y fraternidad entre los pueblos".

En un discurso pronunciado con ese motivo, el Papa recordó que "nadie que esté tentado de usar de la fuerza para fines que pueden parecer legítimos debe dudar de que existen siempre posibilidades para la negociación".

Juan Pablo II concluyó ayer su escala de 19 horas en Uruguay con la celebración de una misa multitudinaria en la capital, que ofició junto a 400 sacerdotes.

Durante la jornada del miércoles, el Pontífice pronunció en total tres discursos y fue invitado a cenar por el presidente Julio María Sanguinetti.

En su discurso en el aeropuerto de Montevideo, Juan Pablo II no olvidó que Uruguay es un Estado laico declarado desde 1917.

Juan Pablo II tuvo palabras de elogio a Uruguay, "una nación del continente americano", dijo, "que se ha distinguido por su contribución en favor de la paz".