Ferrero acusa a Bengoechea de haberle engañado

A.G./ J. Y. Ramón Ferrero, de 33 años, copropietario de la empresa Raelca, acusó ayer en el juicio de la colza a Juan Miguel Bengoechea, de 46 años, de la empresa Rapsa, importador de aceite desde Francia, de haberle engañado haciéndole creer que le enviaba un producto comestible. Ramón Ferrero contestó ayer a las preguntas del fiscal, desde las 12.25 hasta las 13.10, en la segunda jornada de la vista pública. Su testinonio continuará esta mañana, con las preguntas de los abogados de la acusación particular y los de la defensa. Ramón Ferrero prefirió contestar a las preguntas del fiscal, en contraste con el silencio que había mantenido momentos antes Fernando Bengoechea, quien siguió las indicaciones de su abogado en protesta por los incidentes del día anterior.

Ferrero vestido con una cazadora fina de color beis, con gafas y bigote, contestó con Firmeza y, agilidad. En ocasiones interrumpió al fiscal, anticipándose al sentido de la pregunta, para contestarla con mayor rapidez.El fiscal, Eduardo Fungairiño, de 40 años, le preguntó en primer lugar, y a tenor de las experiencias anteriores de los hermanos

Bengoechea, si deseaba contestar. "Me ratifico en mis declaraciones ya hechas", respondió.

"Sí, pero creo", dijo el fiscal,

"que no me ha contestado. ¿Desea usted responder?. El procesado indicó: "Es posible que pueda responder algunas contestaciones". Cuando los presentes esperaban que esporádicamente interviniese cuando fuera de su interés, Ferrero fue respondiendo una por una a todas las cuestiones.

Comenzó explicando que Juan Miguel Bengoechea se presentó ante él en mayo de 1980 como proveedor de aceites comestibles. "Yo no sospechaba que me mandaba aceite desnaturalizado. Siempre pensé que era comestible. Nunca me dijo que era desnaturalizado". El fiscal le preguntó cuándo fue su siguiente contacto con Bengoechea, y Ferrero indicó que se produjo en marzo de 1981, "después de devolver la cisterna". Se refería a la devolución del aceite que se produjo a principios de 1981 porque, como consta el sumario, los hermanos Ferrero consideraron que olía mal.

El fiscal le pidió una descripción de su fábrica, y Ferrero aprovechó para explicar que enla entrada hay un rótulo: "Raelca, almacén de aceites y productos de alimentación". Por allí pasó Juan Miguel Bengoechea y, a tenor de su propia declaración, no apreció que se tratase de una empresa que vendía para el con

sumo humano.El fiscal dedicó varias preguntas al problema de las etiquetas: "¿Vendían ustedes como puro de oliva?. "No, de semillas". "Pero lo vendían sin etiqueta". "No, lo vendíamos con etiqueta de aceite de semillas, otra cosa es que los vendedores las quitaran". El fiscal insistió: "Pero en 1981 se les estropea a ustedes la máquina de las etiquetas, ¿cómo etiquetaban entonces?". Y Ferrero responde: "Sí, estuvo estropeada, pero se arregló al poco tiempo". "¿Cómo explica entonces que los vendedores ambulantes digan que usted no les daba etiquetas?. "Iba con etiquetas". "¿Y mezclaba el aceite de semillas con algún otro producto?". "No". "Sí, mezclaba trioleínas [grasas animales]" "Pero en muy pequeña cantidad". "Entonces, más valía no rriezclarlas". "Pues sí", asintió Ferrero.

Destruir los documentos

Ferrero se refirió en el juicio a la reunión que tuvieron su hermano Elías y él en casa del delegado de Rapsa en Madrid, José Luis Garrote. El fiscal le preguntó si Garrote les transmitió la petición de Bengoechea de que destruyeran la documentación. Ferrero respondió: "Algo así, nos pidió que hiciéramos el favor de no declarar, pero a eso le contestamo que ya estaba todo declarado".

En la primera declaración que realizó en 1981, Ferrero había dicho que Garrote, a petición de Bengoechea, les había indicadoque tenían que hacer desaparecer la documentación relativa a las compras de Raelca a Rapsa.

Ferrero contestó en la parte final del interrogatorio, en relación con la cisterna devuelta, y en voz más alta:

-¿Usted pidió explicaciones por el mal olor?

-No. Les dije que lo devolvía porque no estaba en condiciones.

-¿Y qué le dijeron a usted?

-No me dijeron nada, absolutamente nada.

-¿No es más cierto que le dije -ron ... ?

¡Mentira! ¡Mentira!

-¿Cómo explica que Bengoechea diga en el sumario que le explicó que el aceite de colza estaba desnaturalizado con...

-¡Mentira! ¡Mentira!