Las relaciones interalemanas cobran una nueva dimensión por el influjo de Gorbachov
Las relaciones entre los dos Estados alemanes están adquiriendo una nueva dimensión de consecuencias difícilmente previsibles, en el marco de las posibilidades que ha abierto para las relaciones Este-Oeste la nueva propuesta de desarme del máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov. Ayer, la inauguración de la Feria Internacional de Leipzig, tradicional foro de contactos comerciales y políticos entre ambos bloques, estuvo marcada por una intensa serie de entrevistas del jefe del Estado y del partido comunista de la República Democrática Alemana (RDA), Erich Honecker, con destacados políticos de la República Federal de Alemania (RFA).
El presidente del Estado de Baden Württemberg, Lothar Spaeth; el presidente bávaro, Franz Josef Strauss; el ministro federal de Economía, Martin Bangemann, y el alcalde gobernador de Berlín Oeste, Eberhard Dieppgen, acudieron a Leipzig en un despliegue sin precedentes de representantes de la coalición cristianodemócrata-liberal de Bonn para aprovechar lo que en medios de ambos Estados alemanes se considera una ocasión única para liquidar obstáculos tradicionales a la cooperación interalemana. Spaeth será recibido hoy, de nuevo, por Honecker en Berlín Este.Dos días antes, Oskar Lafontaine, presidente del Estado del Sarre y más que probable sucesor de Willy Brandt en la presidencia del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), fue recibido por Honecker con honores parecidos a los otorgados a un jefe de Estado. Lafontaine celebró en Berlín Este una conferencia de prensa que, al igual que toda la visita, recibió una amplísima cobertura por parte de los medios de la RDA. El diario del partido, Neues Deutschland, dedicó a Lafontaine toda la primera plana.
En la Feria de Leipzig, 2.000 de los 9.000 expositores proceden de la RFA. También España ha reforzado su presencia en esta feria, principal mercado para el comercio con el este de Europa. El presidente norteamericano, Ronald Reagan, envió un telegrama a la feria haciendo votos por una intensificación de las relaciones entre EE UU y la RDA. Este gesto, pero aún más el expreso apoyo de la URSS a la política de Honecker de acercamiento a la RFA y los acuerdos interalemanes -el de cultura, ya firmado, y de ecología, en negociación- abren expectativas a una política interalemana impensable hace años. También, los indicios de que la URSS da por cerrado un período de congelación de las relaciones con la RFA y el hecho de que la RDA alberga ciertos temores a verse puenteada en este acercamiento, fortalecen las expectativas abiertas en Leipzig.
Pasada la campaña electoral de la RFA, en que la retórica anticomunista de algunos democristianos crispó las relaciones con Berlín Este, tanto Bonn como el régimen de Honecker parecen decididos a utilizar el margen de maniobra no habido desde la posguerra. La posibilidad de un acuerdo para la eliminación de los misiles nucleares de medio alcance en Europa beneficia asimismo esta opción, como destacó Honecker en una reciente carta a Kohl.
Medios de la RDA, al igual que Lafontaine, han destacado la enorme expectación que existe en la RDA ante las declaraciones que el canciller federal, Helmut Kohl, pronunciará esta semana. Los citados medios sugieren espectaculares avances en acuerdos para mayores contactos humanos si Kohl hace algún gesto hacia el respeto de la nacionalidad de la RDA. Berlín Este ya no pide un reconocimiento de esta nacionalidad, que la RFA no puede dar sin reformar su ley fundamental. El intercambio de invitaciones entre el alcalde de Berlín Oeste y Honecker, con motivo del 750 aniversario de la ciudad, podría culminar con que "Honecker vea por primera vez el muro desde el otro lado", según fuentes occidentales.
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