Arbatov: "Si Reagan viola el tratado ABM, no habrá acuerdo sobre los euromisiles

La URSS alberga aún serias dudas de que la Administración de Ronald Reagan desee verdaderamente llegar a un acuerdo con la URSS sobre los misiles de alcance intermedio (INF) desplegados en Europa, reconoce Giorgi Arbatov, director del Instituto de EE UU y Canadá de la Academia de Ciencias de la URSS. Arbatov, uno de los asesores que acompañó al líder soviético, Mijail Gorbachov, en sus dos encuentros con Reagan (Ginebra, 1985, y Reikiavik, 1986), confía en poder estar este año en Washington -"si Gorbachov me invita a acompañarle", dice- en caso de que una cumbre acabe sellando la opción cero.

En su primera visita a España -"el jueves hice una escapada a Toledo"-, Arbatov, de 63 años, acompaña al miembro suplente del Politburó Aleksandr Yakovlev, uno de los impulsores del proceso reformista de Gorbachov, al que conoce desde 1978.Pregunta. ¿Qué ha ocurrido en la URSS para que haya aceptado la opción cero sobre los euromisiles?

Respuesta. Fue una decisión difícil, y lo hicimos, entre otras cosas, porque habíamos recibido muchas peticiones de otros países para que reconsideráramos nuestra posición. Asimismo, es una muestra de buena voluntad en un tema tan importante como el de frenar la carrera de armamentos. Se trata de una nueva concesión. Es el momento de la verdad. Ahora, los norteamericanos y sus aliados europeos tienen que demostrar si eran sinceros o no cuando dijeron que estaban a favor del desarme.

P. ¿Cuándo cree que podrá firmarse el acuerdo sobre los euromisiles?

R. La verdad es que no lo sé. Ni siquiera sé si los norteamericanos van en serio o no.

P. ¿Cuando irá Gorbachov a Washington?

R. Depende deque haya algo sustancioso, algo importante que hacer allí. Gorbachov no tiene tiempo para hacer turismo.

P. Pero eso mismo dijo antes de ir a Reikiavik.

R. Sí, y por eso no fue a Estados Unidos. Propuso otro lugar.

P. ¿Qué diferencia hay entre la reunión de Reikiviak y una cumbre propiamente dicha?

R. Mire, esa cita fue propuesta para preparar la cumbre. Eso es lo que decía Gorbachov en su carta, que consideraba imposible mantener una cumbre en toda regla en EE UU. Pero al mismo tiempo pensaba que dejar todo estancado era peor. Por ello, propuso una reunión breve en otro país, con el único objetivo de preparar la cumbre.

P. ¿Irá Gorbachov a Washington incluso si Reagan decide acelerar la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI)?

R. Si EE UU da este pasó y viola el tratado ABM, todo se complicará tanto que arruinará todo el proceso de control de armas. En ese caso, será imposible alcanzar ningún tipo de acuerdo y celebrar una cumbre.

P. ¿Hasta qué punto ha influido el escándalo Irangate en la aceleración del diálogo?

R. En EE UU hay dos escuelas de opinión. Una cree que todo es ahora mucho más complicado, ya que en esta situación el presidente es incapaz de hacer nada en serio. La otra cree que precisamente debido a esto Reagan está mucho más interesado en apuntarse un tanto.

P. ¿Y usted qué cree?

R. Ignoro cuál de los dos puntos de vista es el correcto. Hay demasiadas interrogantes abiertas sobre el estado en que se encuentra su presidencia.

P. Pero, ¿hay gente en Washington que desee un acuerdo?

R. Creo que sí, que hay personas en el entorno de Reagan que creen en la bondad de un acuerdo entre las superpotencias.

P. ¿Cree que la Administración de Reagan está en condiciones de comprender los cambios que se desarrollan en la URSS?

R. Hay diferentes personas en Washington: unas sí y otras no.

P. Sí, pero existe una sola política.

R. La verdad es que no soy demasiado optimista.

P. ¿Ha detectado opiniones encontradas en Washington sobre el apoyo que EE UU debe ofrecer a Gorbachov?

R. Gorbachov no espera ninguna ayuda de los norteamericanos. Hacemos lo que hacemos por nuestra cuenta y riesgo, les guste o no. Si adoptan una política más hostil, sería tan negativo para ellos como para nosotros. Ésta es la paradoja a la que se enfrentan ambas naciones. No puedes dañar al contrario sin dañarte a ti mismo.

Ayudar a Gorbachov

P. ¿Y Europa?R. Tampoco pedimos ayuda a Europa. Los cambios en política exterior hablan por sí solos. Y respecto a la política interna, ustedes son los que tienen que juzgar. Lo hacemos por nosotros mismos, no para agradarles a ustedes o a los norteamericanos. Consideramos que es importante para nuestro futuro. Eso sí, agradecemos que adopten una actitud positiva.

P. ¿Aceptaría su país que EE UU alcanzara un equilibrio sobre cohetes de corto alcance mediante la eliminación de la segunda fasé del sistema de propulsión de los 108 Pershing 2 actualmente desplegados en la RFA?

R. Esto se deberá decidir en la mesa de negociaciones. Pero creo que esa propuesta es una forma de enturbiarlas. Lo que Gorbachov pretende es que si, una de las partes goza de una superioridad en algún tipo de armas, se busque el equilibrio reduciendo aquellas de la parte que tiene más. Si descendemos a detalles también tendríamos que discutir el tema de las bases militares de EE UU en Europa, de sus armas nucleares.

P. ¿Y los arsenales nucleares francés y británico?

R. También. No podemos erradicar de Europa todas las armas nucleares de las dos superpotencias y dejar ahí esos mis¡les. Francia ya ha adelantado, así como China, que en el momento en que hayamos materializado una reducción del 50% de los arsenales nucleares, ellos entrarán en el proceso negociador.

P. ¿Y los británicos?

R. Espero que hagan lo mismo.

P. ¿Qué papel estima que deben desempeñar los europeos?

R. Creo que Europa occidental ha de ser más activa y más responsable, pues después de Reikiavik escuchamos algunas voces contra la opción cero. Europa tiene que pensar dos veces lo que desea. Si llegamos a acuerdos sobre euromisiles y armas estratégicas, si se respeta el ABM, entonces podremos empezar a hablar de las armas convencionales, por no citar las químicas. Y esto exigirá un participación europea directa.

P. ¿Qué cambios ve en el papel que España desempeña?

R. Desde Moscú, creemos que España juega un papel más activo y más positivo, como lo demuestran alguna de sus últimas decisiones, tales como el anuncio de que va a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).