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Drásticas medidas en Baviera contra los sospechosos

Prostitutas, homosexuales, hemofílicos, extranjeros, funcionarios y presos deberán someterse, con carácter obligatorio, a la prueba que detecta la presencia del virus del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) según ha decidido el Gobierno del Estado de Baviera, República Federal de Alemania, formado por la Unión Cristianosocial Bávara (CSU) que lidera Franz Josef Strauss. El dirigente bávaro no logró imponer estas medidas en el programa de la coalición federal para que fueran aplicadas en toda la RFA. Médicos y políticos han criticado estas medidas y un diario ha llegado a comparar las con los programas de los nazis.Con efecto inmediato, la legislación aprobada por el Gobierno bávaro exige a todos los integrantes de los grupos de riesgo -homosexuales, heroinómanos y hernofílicos- a someterse a controles obligatorios. De no acudir voluntariamente a la cita para que les sea efectuada la prueba de sangre, serán obligados a ello por la policía o declarada su busca y captura.

Quiepes practiquen la prostitución masculina o femenina y se demuestre que sean portadores del virus serán conminados a dejar la profesión. En caso contrario, de ser localizados ejerciendo la prostitución, serán acusados de intento de homicidio o incluso de asesinato. Además, la nueva legislación prevé que aquellos ciudadanos que no estén integrados en los grupos de riesgo y que sean vistos contratando los servicios de prostitutas se arriesgan asimismo a ser sometidos a la prueba.

Los ciudadanos de países que sean miembros de la Comunidad Europea y que soliciten un permiso de residencia en Baviera deberán someterse también a la prueba del SIDA. En caso de que fueran portadores del virus, el permiso les será denegado de inmediato. El Estado de Baviera va a elaborar un censo de todos los portadores del virus en su territorio. Aquellos que violen la ley federal sobre epidemias podrán ser condenados a penas de hasta cinco años de cárcel.

Todos los aspirantes a un puesto en la Administración del Estado deberán someterse también a la prueba. En las prisiones del Estado de Baviera, los presos van a ser examinados, y aquellos que den positivo en la prueba serán aislados del resto de la población reclusa. Los bares de homosexuales y los locales en los que se sospeche que se ejerce la prostitución podrán ser objeto de redadas policiales por sorpresa y todo aquel que sea sorprendido en estos establecimientos podrá ser obligado a someterse a la prueba del SIDA. El Ministerio del Interior de Baviera establecerá un catálogo de multas para aquellas personas que por negligencia pongan en peligro de infección a otros ciudadanos.

Reacciones

La decisión del Gobierno bávaro, si bien ha sorprendido por su radicalidad, no llega inesperadamente. Desde hace semanas, el presidente bávaro, Fanz Josef Strauss, y su secretario del interior, Peter Gauweiler, anunciaron medidas para aislarlos.En Baviera ya ha sido detenido hace semanas un ex soldado norteamericano por tener contactos sexuales en Nuremberg pese a saber que es portador del virus.

La Unión Cristianodemócrata (CDU) y el partido liberal (FDP), que forman con la CSU la coalición gubernamental en Bonn, se han negado a implantar un registro obligatorio de todos los portadores del virus, ya que presumen que el temor al registro hará descender las pruebas de sangre de aquellos que, sospechando haber sido infectados, teman consecuencias graves para su situación personal. Con esta obligación de un registro nominal, la cifra de enfermos subterráneos que ignoren su situación y por tanto no cambien su vida sexual podría dispararse y propiciar una expansión de la enfermedad.

El Colegio de Médicos de la RFA, el partido socialdemócrata (SPD) y los verdes criticaron ayer con dureza las medidas decididas por el Gobierno bávaro.

El presidente del colegio de médicos, Karsten Vilmar, calificó las medidas como "totalmente exageradas, no calibradas e imposibles de aplicar". "Así no se combate el SIDA, sino que se crea miedo con gran irresponsabilidad", indicó Vilmar, que advirtió que es de esperar que cunda el pánico y aumenten los suicidios.

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