Del suicidio al heroísmo

Junto al caso de los jóvenes, a veces familias enteras, que se suicidan por miedo a la enfermedad misteriosa, incluso cuando todos los análisis resultan negativos, o de quienes se aprovechan del desconcierto y el temor para enriquecerse a base de hacer pruebas de contagio, sin control y a precio de oro, los medios de comunicación han recogido un caso de caridad heroica que ha hecho llorar a media Italia.Se trata de un matrimonio sin hijos que han tomado la decisión de adoptar a un niño de diez meses enfermo de SIDA, condenado con gran probabilidad a la muerte. El niño es hijo de una prostituta drogadicta y de padre desconocido. A causa de su enfermedad, el pequeño fue rechazado hasta de un centro infantil para niños abandonados.

Los psicólogos temen que pueda tratarse de un estado de ánimo transitorio, aunque reconocen el carácter heroico de la decisión. Por un lado, la muy posible muerte del hijo adoptivo podría sumirles en una soledad aún mayor, mientras que, si siguiera viviendo, su situación les aislaría a los tres de la sociedad.

Pero ellos no han escuchado razones. Han abrazado al niño envueltos en lágrimas y han firmado su decisión irrevocable de adoptarlo.