El Consejo Asesor de la Exportación será aprobado en la próxima reunión del Gobierno

El Consejo de Ministros de esta semana aprobará, con toda probabilidad, un real decreto por el que se crea el Consejo Asesor de la Exportación, después de que hoy lo estudie la comisión de subsecretarios, y mañana, la comisión delegada del Gobierno para asuntos económicos. Salvo cambios de última hora, este consejo estará formado por 16 personas, entre representantes de la Administración, organizaciones empresariales, cámaras de comercio y entidades financieras. Su primera actuación será la elaboración definitiva del Plan de Fomento a las Exportaciones.

CONCHA MARTIN, El presidente del Consejo Asesor de la Exportación será el secretario de Estado de Comercio, Miguel Angel Fernández Ordóñez, el vicepresidente, el secretario general de Comercio, Pedro Pérez y el secretario, el director general de Comercio Exterior, Fernando Gómez Avilés. Como vocales "natos" que actuarán también como vicepresidentes del Consejo estarán "el presidente de la organización empresarial más representativa" y el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio.Además, como vocales habrá otros cuatro representantes de organizaciones empresariales y cuatro más de las Cámaras de Comercio. Los dos vocales restantes serán representantes del sector financiero -a elegir entre el Instituto de Crédito Oficial (ICO), la Asociación Española de Banca (AEB) y el Banco Exterior de España- y otro más de la Compañía Española de Seguro de Crédito a la Exportación.

Las funciones que se atribuyen al Consejo son genéricas y sin capacidad decisoria. La primera actuación del Consejo, una vez constituido y una vez que las organizaciones correspondientes hayan nombrado a sus representantes, será el estudio y la elaboración de propuestas a incluir en el Plan de Fomento a las Exportaciones, que quedará definitivamente aprobado en el plazo máximo de dos meses.

En el plan se contemplan medidas financieras, fiscales y de promoción (ver El País, día 21 de enero). En su primera parte se realiza un análisis de la evolución y perspectivas de la exportación española. En este sentido, se resalta que la negativa evolución del comercio exterior en 1986 se debe a la incoporación de España a la Comunidad Europea (CE) que ha supuesto rebajas arancelarias y supresión de contingentes, así como la eliminación de subvenciones encubiertas a la exportación, a raíz de la desaparición de la desgravación fiscal a la exportación, estimadas en 110.000 millones de pesetas.

Países y sectores

Se reafirma, por otra parte, que la principal influencia positiva que puede ejercer la política económica general sobre la exportación vendría del lado de la mejora de la competitividad de los productos españoles. En el primer caso, el principal objetivo es la necesaria convergencia de la tasa de inflación española con la de los países miembros del Sistema Monetario Europeo (SME), con vistas a la "posible integración española en este mecanismo monetario a finales de la década actual". Se rechaza una depreciación del tipo de cambio de la peseta.

Respecto de la mejora de la competitividad, se apuesta por un cambio en la actual estructura impositiva. El argumento es que la contribución a la Seguridad Social que soportan los empresarios en España representaba en 1983 el 31,8% del salario bruto, lo cual es muy superior a la mayoría de los países de la CE, a excepción de Francia e Italia. Por el contrario, el tipo normal de IVA que se aplica en España está casi seis puntos por debajo de la media europea.

Como sectores a los que debe ir el grueso de la exportación española en el futuro inmediato ya que "incorporan una tecnología adecuada y un valor añadido elevado", se mencionan el automóvil, bienes de equipo, combustibles, hierro y acero, manufacturas y semimanufacturas y productos químicos. Se resalta también la "ventaja comparativa natural" en ciertos productos agrícolas.

El área prioritaria es el territorio comunitario, donde deben dirigirse los mayores esfuerzos. Le sigue Estados Unidos, donde se intentará romper la tendencia decreciente de la cuota de penetración de los productos españoles. Después, no se debe olvidar la existencia de una serie de mercados "que han sido importantes compradores, pero que actualmente pasan por importantes dificultades financieras", como Latinoamérica, norte de Africa y Oriente Medio. Y, por último, las zonas "poco explotadas y con elevado potencial. económico", esencialmente el Sudeste Asiático y Extremo Oriente.