Ceuta y Melilla
Desde hace algunos meses, la aplicación a la población musulmana de Ceuta y Melilla de la ley de extranjería ha creado un clima de tensión. Por otra parte, el mensaje que envió el rey Hassan II representa el punto de partida de una nueva etapa en las relaciones entre Madrid y Rabat. Hasta el momento la posición marroquí a este respecto era: comenzaremos a discutir sobre Ceuta y Melilla cuando España recupere Gibraltar, con el argumento añadido de que nadie en el mundo aceptaría que una sola potencia controlara las dos márgenes del Estrecho. Pero a la vista del callejón sin salida en que se encuentran las relaciones hispano-británicas, los marroquíes creen llegado el momento de negocíar con España sin hipotecas exteriores. 6 de febrero
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