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Tribuna:LA URSS CAMBIA DE CARA
Tribuna
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Un compromiso entre 'renovadores' y conservadores del PCUS

El pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) que ha concluido en Moscú es un importante paso adelante en la transformación de la vida económica, ideológica y cultural del país, y no sólo en la política de cuadros del partido.Sin embargo, este pleno, que tuvo que ser retrasado dos veces a causa de las diferencias surgidas, muestra claramente con qué dificultades se encuentran, Mijail Gorbachov y su entorno en la puesta en práctica de la reforma que proponen.

Por eso, tanto el informe fundamental como las decisiones del pleno llevan el sello de un compromiso entre la coalición de la renovación, que asciende de forma cada vez más decidida en la dirección del partido, y los grupos conservadores, que mantienen aún fuertes posiciones en las cúspides del partido y especialmente en la denominada capa media de la dirección. Gorbachov, por otra parte, no oculta estas dificultades. Se refirió no sólo a la necesidad de una "reforma radical" y una "transformación revolucionaria", sino también a la lentitud con que se realizan las mejoras.

Dijo que no se ha producido aún un viraje radical y que la transformación (perestroika) resultó más difícil de lo que se imaginaba antes, y las causas de los problemas acumulados en la sociedad, más profundas". Gorbachov señaló que es precisamente el eslabón medio de la dirección del partido el que "continúa viviendo en el pasado, como si estuviera al margen de la transformación".

Además, incluso en la Prensa se puede ver que muchos dirigentes del partido y del Estado se oponen conscientemente a la perestroika, y de hecho sabotean las decisiones y leyes adoptadas cultivando los métodos de trabajo del pasado, diciendo una cosa y haciendo otra.

En los materiales del pleno se pueden encontrar muchas alusiones críticas a la anterior dirección del país y del Estado. El pleno continuó el desmantelamiento emprendido en tiempos de Yuri Andropov de los montajes ideológicos y teóricos de todo el culto a Breznev. Sin embargo, la crítica a la anterior dirección sonó de todas formas apagada, sin mencionar los nombres exactos.

"Causas subjetivas"

Está claro que todos los miembros del partido y mucha gente sencilla comprenden bien a quién se refería Gorbachov cuando anunció "con total franqueza" que los fenómenos de crisis en la sociedad se desarrollaron sobre todo debido a causas subjetivas"; que "el mundo de la realidad cotidiana y el mundo del bienestar mostrado cada vez divergían más entre sí"; que "los elementos de corrosión social surgidos en los últimos años han influido negativamente en el estado espiritual de la sociedad"; que "muchos dirigentes del partido estaban fuera de control y de crítica, lo que produjo serias violaciones de la ética del partido"; que "sin aflujo de fuerzas frescas en una determinada etapa se debilitó la capacidad de trabajo del Politburó, del secretariado, de todo el Comité Central del PCUS y también del Gobierno".

Toda esta crítica está claramente dirigida contra Breznev y su entorno. Todos los miembros del partido comprenden bien a quién se refiere Gorbachov cuando habla de "las circunstancias históricas concretas en las cuales la discusión viva y el pensamiento creador estaban ausentes de la teoría y la sociología, y las valoraciones y juicios autoritarios se convirtieron en verdades irrefutables situadas más allá de cualquier comentario".

Esta crítica va dirigida no tanto contra Breznev como contra Stalin.

Uno quisiera, sin embargo, escuchar una crítica no sólo más concreta, sino también más exacta. Gorbachov dijo que en la distribución, educación y promoción de los cuadros, en primer lugar, se consideraban las cualidades de "voluntariosidad", "tecnocraticismo" y "capacidad administrativa".

Pero este fallo no fue el principal vicio de la política de cuadros de Breznev. El defecto consistía en la promoción de los cuadros de acuerdo con el principio de fidelidad personal incondicional, relaciones familiares y de parentesco, con total menosprecio no sólo de las cualidades políticas y morales, sino a menudo de las cualidades objetivas del dirigente.

El ascenso estaba ligado no con el incremento de la responsabilidad y la intensidad de trabajo, sino con el aumento de la irresponsabilidad y la dejadez y con la recepción de mayores privilegios. No es sorprendente pues, que gentes viejísimas y enfermas, incapaces de trabaja más de tres horas al día y enemigos de todo lo nuevo no tuvieran ninguna prisa para llegar a su merecido descanso, delegando una gran parte de sus obligaciones en una capa de ayudantes y asesores que crecía rápidamente

El resultado de este favoritismo fue la pulverización del poder, la descomposición moral de una importante parte de los cuadros, así como la corrupción y también el debilitamiento de hecho de la autoridad del partido. Es evidente que la anterior dirección no fue capaz de encauzar nuestra economía por la senda del desarrollo intensivo, elevar su nivel científico técnico y ase gurar el adecuado desarrollo de toda la esfera social y cultural de la sociedad.

Cambios personales

Los elementos de compromiso se ven en los cambios personales adoptados por el pleno en la dirección del partido. Como se esperaba, se han retirado Dinmujamed Kunaev y Mijail Zimianin Alexander Yakovlev ha sido nombrado miembro candidato del Politburó, y con, la actividad de Iakovlev se relacionan algunos importantes comienzos del año pasado en el campo de la ideología y la cultura. Precisamente Yakovlev pasará ahora a ocuparse de cuestiones de ideología en el Politburó, mientras que Igor Ligachov se dedicará a controlar el trabajo del complejo agroindustrial.

Estos cambios serán acogidos con satisfacción por nuestra inteligencia creadora. Sin embargó permanece en el Politburó Vladimir Cherbitski, quien no es mucho menos el último miembro del equipo brezneviano. Entre tanto, por la Prensa de Moscú se puede juzgar sobre las grandes deficiencias económicas, agrícolas, en la política de cuadros y en la cultura en Ucrania.

A las sólidas posiciones de Cherbitski en el aparato de poder en Ucrania no les acompaña ahora de ningún modo la misma autoridad y el respeto general. Vemos que es más fácil hablar de "restablecer el aspecto limpio y honorable del dirigente comunista" que poner en práctica algunos cambios de cuadros que ya están maduros.

Gran atención despertaron las propuestas de Gorbachov de cambiar el sistema electoral en el partido y en los órganos soviéticos, y también de ampliar las posibilidades de elección en la industria. Estas propuestas han sido presentadas hasta ahora de forma general y exigen no sólo un estudio y una formulación más detallada, sino también un debate en el país y en el partido. Las propuestas de Gorbachov me parecen totalmente razonables; sin embargo, no veo nada sensacional en ellas. Algunas de estas propuestas son sólo el restablecimiento de aquellas normas y reglas que ya existían en nuestro país en los años veinte. Como es sabido, hasta ahora en las elecciones de todos los órganos del partido, desde el comité de distrito hasta el Comité Central del PCUS, a los delegados de todas las conferencias, congreso y plenos del partido se les proponía una lista de candidaturas en la cual ya no se podía introducir ningún candidato más.

Este funcionamiento fue introducido por Stalin a finales de los años veinte. En tiempos de Lenin, las listas de candidaturas en las elecciones a los órganos del partido estuvieron siempre abiertas a cualquier tipo de complemento o alteración. Gorbachov propone ahora realizar votaciones secretas y recurrir a las listas abiertas de candidaturas en las elecciones para los miembros del secretariado y las directivas de los comités de distrito, de ciudad, de región y los comités centrales de los partidos comunistas de las repúblicas, es decir, de todo lo que se solía llamar hasta ahora la nomenklatura.

Reglas electorales

Evidentemente que estas nuevas reglas electorales en los órganos del partido dificultan la vida de los trabajadores de la nomenklatura, quienes ya antes de esto habían perdido fe en la firmeza de su posición, especialmente después del multitudinario relevo de cuadros que se realizó antes del 27º Congreso del PCUS. Se trata de una importante reforma dentro del partido, pero aún no de una revolución.

En las elecciones a los órganos del poder soviético, Gorbachov propuso refitinciar al sistema de candidatura única para cada distrito electoral, es decir, al sistema de elecciones sin elección, que desde hace tiempo es motivo de crítica para todos los adversarios del sistema soviético de socialismo. A los electores les será dada la oportunidad de elegir entre varios candidatos, quienes, claro está, pertenecen al mismo bloque de comunistas y sin partido, ya que en la URSS no existen organizaciones políticas de oposición. Hay que acoger positivamente tal reforma en el sistema electoral, pero sería precipitado llamarla revolución.

Gorbachov propuso también extender los principios electorales a los dirigentes de las empresas, talleres, granjas y brigadas, a los jefes de grupo y los maestros. Está claro que la puesta en práctica de esta propuesta significaría una importante ampliación de la democracia en la empresa. Pero es importante no sólo crear un nuevo sistema electoral, sino también la correspondiente qtmósfera política en la sociedad. Es bien sabido que los presidentes de los koljozi siempre fueron elegidos en nuestro país en la asamblea general de los koljozi. Y tampoco es un secreto que en la mayoría de los casos estas elecciones eran una formalidad vacía.

Al hacer balance, Gorbachov expresó su satisfacción por las decisiones del pleno. Sin embargo, consiguió menos de lo que quería y de lo que necesitaba para nuestra sociedad y para el mismo PCUS.

Roy Medvedev es historiador marxista no ortodoxo, residente en Moscú.

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