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Una huelga obliga a José Carreras a cantar sin coro en la Opera de Roma

Juan Arias

José Carreras abandonó ayer Roma rumbo a Nueva York tras los problemas que se han suscitado en la representación de Carmen en la ópera de la capital italiana, que obligaron al tenor catalán a no actuar el día del estreno y a hacerlo en días sucesivos, a partir del pasado día 22, sin el acompañamiento del coro. Una huelga sindical sumió en el caos -al teatro italiano y obligó a Carreras, que debía cumplir su contrato, a actuar sin coro. El día del estreno, el tenor no actuó, y la excusa entonces fue médica. El público asistente a la ópera protestó en todas las representaciones.

Carreras, que durante su estancia en Roma se ha encerrado en un mutismo absoluto sobre él caso, se ha limitado a decir que en cuanto se le puso bien la voz mantuvo su palabra, actuando. a partir de entonces según el contrato. Todo hace pensar, sin embargo, que el famoso tenor se ha ido muy disgustado de Roma tras haber tenido que actuar sin coro y con un teatro prácticamente asediado por parte de quienes se sentían defraudados y engañados.El director general del teatro de la ópera, Alberto Antignani, ha sido estos días el blanco de los silbidos y de los gritos del público, que pedía su dimisión. Este mismo público llegó a abandonar varias veces el teatro en señal de protesta.

La desilusión de la gente empezó el día del estreno, ya que existía una gran expectación por oír a la estrella catalana, que tuvo que ser sustituida en el último momento. Y si las protestas y malhumores habían empezado a aplacarse cuando Carreras anunció que al día siguiente, y mejorado ya de su "enfermedad", podía actuar, la satisfacción duró poco porque Carreras se vio obligado a cantar sin coro y en clima de gran polémica y tensión del público.

Clima de discordia

Sin duda, su extraordinaria maestría salvó de alguna forma el espectáculo tan esperado. Pero, a pesar de sus esfuerzos, que ningún crítico le negó, la obra resultó igualmente deslucida, y todos los observadores han sido unánimes en observar, que Carmen, de Bizet, no debía haberse llevado a la escena faltando el coro y en un clima de tanta discordia y pelea.Lo peor es que el triste espectáculo que Roma ha dado estos días no es la primera vez que tiene lugar en el teatro de la Opera de la capital italiana. No hace aún mucho, la famosa Maya Plisetskaia, cuando ejercía como directora del ballet de dicho teatro, denunció públicamente el hecho de que las jóvenes bailarinas que ponían bajo su tutela no eran las mejores, sino las "más recomendadas políticamente". Su protesta le llevó a dejar el teatro y próximamente comenzará a actuar en Madrid como directora del Ballet del Teatro Lírico Nacional.

La bailarina soviética aceptó recientemente, tras duras negociaciones con el Ministerio de Cultura que culminaron con un sustancioso acuerdo económico, hacerse cargo del sector clásico del recientemente dividido Ballet Nacional de España.

Maya Plisetskaia llegará a Madrid, con toda probabilidad, a principios del otoño, .aunque no se descarta que haga previamente un viaje exploratorio.

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