_
_
_
_

El Ejército se entrena para disparar armas nucleares

Los mandos del Ejército de Tierra español han recibido en los últimos años preparación técnica para el lanzamiento de artefactos nucleares con cañones de gran calibre -de 155 y 203 milímetros-, señalaron fuentes militares. Concretamente el empleo de armas nucleares tácticas se enseña en algunos manuales ufilizados en los cursos de aptitud para el generalato. La doctrina ha sido elaborada por diversos técnicos militares, y en algunos casos, según estas fuentes, se llega a calificar de "preferente" el empleo de este tipo de armamento por parte de unidades acorazadas o mecanizadas españolas.

Más información
España anuncia grandes avances en sus consultas con la OTAN

Diversos centros del Ejército de Tierra están elaborando una doctrina española sobre el uso de estas armas. Estos hechos, insisten esas fuentes, no contradicen la doctrina oficial de no nuclearización de España, pues la llegada de armas nucleares a España sólo ocurriría tras, una decisión del Gobierno y/o del Parlamento.Los mandos del Ejército realizan a menudo ejercicios de simulación, sobre el papel, de uso de este tipo de armainento nuclear. Algunos coroneles que han realizado ya el citado eurso de aptitud han precisado que España no tiene armas nucleares, por lo que suponen que, en caso de conflicto, no se descarta que alguna potencia aliada, especialmente Estados Unidos, suministraría esa clase de proyectiles nucleares. No obstante, según estas fuentes, los textos hablan de armas "propias`.

Algunos jefes han restado importancia a estos planteamientos y han dicho que, desde los años sesenta, se realizan este tipo de preparativos, pero que desde, desde hace tres aproximadamente, figuran en los manuales de estudio. Este extremo ha coincidido con el proceso de incorporación a la OTAN. "Hay que estar preparados para todo", precisan, No obstante, otros jefes consideran que este es un tema tabú en el Ejército.

Relación con la OTAN

Tales ejercicios, reforzados en los últimos años en relación a una mayor participación en la OTAN, se basan en planes en los que unidades españoles -como la División Acorazada (DAC)- usarían este tipo de armamento, ya sea en territorio nacional, o en alguna otra parte de Europa, explican estas fuentes.Las armas de uso teórico son municiones nueleares de artillería de 155 milímetros y de 203 milímetros de calibre, además de cohetes de corto alcance como los Lance nortearriericanos. Un general de brigada dispone en estos ejercicios de una potencia de disparo nuclear superior a la de la bomba de Hiroshima, que fue de 12,5 kilotones. En los ejercicios, que son simulaciones sobre el papel, se entrega a un general un cierta cantidad de cargas nucleares para que libremente la use a su mejor parecer.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Estas cargas tienen una potencia de hasta dos kilotones y un alcance de 18 kilómetros en el caso de los 155 mm, de 0,5 o 10 kilotones y 16,8 kilórnetros de alcance en el caso de los 203 mm. y de 1 a 100 kilotones en el caso de los Lance (con un alcance de 100 kilómetros). Los obuses españoles podrían sin dificultad disparar estas cargas, señalan estas fuentes. Esp áña dispone de 96 obuses autopropulsados de 155 mm, otros 84 más remolcados y 24 obuses remolcados de 203 mm.

El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, en su última edición del Military Balance (Londres, otoño de 1986) recoge entre su lista de vehículm capaces de disparar armas nucleares 96 obuses de 155 mm en España, que se pueden usar con cargas nucleares o convencíonales.

En algunos documentos militares españoles vigentes se hace referencia no sólo al disparo de los proyectiles nucleares por parte española, sino también al despliegue adecuado o sistemas de progresión de las unidades cuando éstas se mueven en ambiente nuclear, afirman estas fuentes.

Por ejemplo, se simula que uno de los obuses autopropulsados de una brigada es el elejjdo para disparar un proyectil nuclear. Avanza, dispara y luego retrocede a gran velocidad, mientras el resto de la unidad se encuentra desplegado adecuadamente para evitar los efectos de la propia explosión y aprovechar el "efecto sorpresa" pasando a la ofensiva.

Hasta ahora, todos estos ejercicios, o simulaciones, se han basado en la doctrina norteamericana, contenida en diversos manuales llamados FM (Field Manual). La idea que se está desarrollando en algunos centros del Ejército es adaptar la doctrina táctica norteamericana a las circunstancias de las fuerzas españolas, enganchándose a la doctrina de la OTAN.

"La doctrina táctica militar considera normal recurrir al arma nuclear", indican estas fuentes. Aunque, añaden, existe un gran escepticismo sobre el uso eventual de armas nucleares tácticas por parte de unidades españolas contra tropas del Pacto de Varsovia que hubieran llegado hasta España.

Los ejercicios pueden versar sobre cualquier zona de España, como la defensa de una parte del litoral de Levante ante un desembarco enemigo o en terreno ligeramente montañoso. La doctrina del empleo se basa en simulaciones de que la URSS ha invadido la mitad de España y que hay que reconquistarla, explican.

El uso del arma táctica nuclear, precisan sin embargo las fuentes informantes, no está previsto para lugares predeterminados. Se trata de aprender a aplicar las cargas nucleares para operaciones de las fuerzas españolas "en España, o en Alemania o en otro sitio donde la OTAN, en caso de conflicto, lo considere oportuno emplear".

Ambigüedad en los compromisos y decisiones

Las decisiones del Gobierno, acuerdos o compromisos sobre la no nuclearización de Espafia están rodeados de ambigüedad. El preámbulo de la pregunta del referéndum sobre la OTAN señalaba, en su segundo punto, que "se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español". La expresión "se mantendrá" sólo puede referirse a dos textos anterioreis que no coinciden completamente, y que además no cierran totalmente la vía a la nuclearización.El 29 de octubre de 1981, el Congreso autorizó al Gobierno a negociar el ingreso en la OTAN. Las Cortes aprobaron una declaración sobre la no mielearización, pero limitándola al "proceso de negociación positeríor" al ingreso en la Alianza y a las armas nucleares de la OTAN, que no son tales, sino de EE UU (o del Reino Unido o de Francia, pero en estos casos sólo bajo control nacional): "En el proceso de negociación posterior encaminado a articular a España dentro del esquema defensivo de la Alianza, el Gobierno no aceptará compromisos que impliquen el almacenamiento o instalación de armas nucleares de la Alianza en nuestro territorio. En todo caso, cualquier decisión sobre esta materia requerirá la previa autorización de las Cortes Generales."

El párrafo segundo del artículo 4 del Convenio de Amistad, Defensa y Cooperación de EE UU y España, de 1982, establece que "el almacenamiento e instalación en territorio español de armas nucleares y no convencionales o de sus componentes quedará supeditada al acuerdo del Gobierno español". En un caso la decisión corresponde sólo al Gobierno. En el otro, a las Cortes. Pero, hasta ahora, España no ha rechazado totalmente la posibilidad de que, en caso de conflicto, llegara a aceptar la presencia de armas nucleares.

Las fuentes militares consultadas indican que las simulaciones sobre el empleo de armas nucleares tácticas no violan el principio de la no ' nuclearización, pues antes de que se usaran en la práctica, y si EE UU lo quisiera, tendría que mediar al menos el acuerdo del Gobierno español. Pero estas mismas fuentes ven en la cuestión nuclear el "precio inevitable de la estabilización de la democracia", siendo la OTAN uno de sus factores, según estas opiniones, "y la OTAN no puede ir separada de las armas nucleares, por el momento al menos".

Los mandos militares creen que los proyectiles atórnicos tácticos serían suministrados por una potencia aliada

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_