Aquino hace un llamamiento a la unidad de los filipinos

Los campesinos filipinos preparan una huelga general y nuevas manifestaciones para la próxima semana, mientras se teme que la guerrilla comunista y el Ejército entren otra vez en combate, tras la ruptura de la negociaciones de paz, debido a la matanza de 15 campesinos por el Ejército el pasado jueves en Manila. En este clima de creciente tensión, la presidenta de Filipinas, Corazón (Cory) Aquino, hizo ayer un llamamiento a la unidad de su pueblo.

Cory Aquino -que cumple hoy 54 años- hizo su llamamiento a la paz durante un mitin celebrado en Tacloban, en las islas Visayas, en el centro de Filipinas, donde la presidenta continúa este fin de semana su recorrido por las provincias haciendo campaña a favor del sí en el referendum sobre la nueva Constitución, que se celebrará el 2 de febrero.Todos los partidos políticos -incluidos los de la derecha partidarios del ex presidente Ferdinand Marcos- lamentan la matanza del pasado jueves en el puente de Mendiola, en las proximidades del palacio presidencial de Malacañang, coincidiendo, al mismo tiempo, en que la situación política puede radicalizarse en Filipinas.

Suministros amenazados

En su gira en favor de la Constitución por !as poblaciones de Roxas y Dumaguete, en las islas Visayas, Cory Aquino repitió ayer sus promesas de que "se investigarán rápidamente las responsabilidades" de los trágicos incidentes de Mendiola. Pero sus promesas es posible que no sean suficientes para calmar loa ánimos de los dirigentes y seguidores del Movimiento Campesino Filipino (Kilusang Magbubukid Pilipinas), cuyo principal responsable, Jaime Tadeo, promete movilizar a unos dos millones de agricultores en una huelga general nacional, que puede afectar el suministro de alimentos a partir de mañana.

Tadeo pide igualmente la dimisión del ministro de Defensa, Rafael Ileto, así como la del general Fidel Ramos, jefe del Alto Estado Mayor filipino, por su "responsabilidad en la matanza de Mendiola".

Las implicaciones políticas de los incidentes de Mendiola, donde unos 300 marines de elite del Ejército filipino dispararon contra unos 10.000 campesinos y estudiantes que pedían una profunda reforma agraria, pueden ser las más graves para Cory- Aquino, a los 11 meses de su llegada al poder, tras la caída del presidente Ferdinand Marcos.

"Cory puede perder el voto de los agricultores en el referéndum constitucional", según algunos observadores políticos. Sobre todo si se propaga entre los agnicultores la consigna del no al referéndum en protesta por la represión aplicada contra los manifestantes del puente de Mendiola, sobre la que ambos bandos, manifestantes y militares, se acusan mutuamente de haber iniciado el fuego que costó al vida a 15 personas e hirió a más de 100.

Mientras, entre los miembros de la guerrilla comunista del Nuevo Ejército Popular (NEP) se esperan "instrucciones" de sus dirigentes, según informaciones de la Prensa de Manila, para iniciar nuevamente sus actividades contra las patrullas del Ejército, tras el colapso virtual de las negociaciones entre representantes de la guerrilla, a través del Frente Nacional Democrático (FND), y del Gobierno.

Satur Ocampo y Antonio Zumel, principales dirigentes del FND, han "desaparecido" de la escena pública. En Manila, desde el pasado viernes, la oficina de información del FND, instalada en el edificio del Press Club, está igualmente desierta, como indicio de que sus miembros han regresado, posiblemente, a la clandestinidad ante la radicalización que vive otra vez Filipinas.

En principio, el alto el fuego de 60 días pactado entre guerrilla, Gobierno y Ejército concluye a primeros de febrero, pero muchos observadores temen que pueda romperse antes.