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Entrevista:

Frank Vargas: "No creo que Febres Cordero llegue al final de su mandato"

Declaraciones a EL PAÍS del general rebelde ecuatoriano

Antonio Caño

Cuando estira el cuello y pierde su mirada en el cielo, el general ecuatoriano Frank Vargas Pazzos adquiere la pose de un antiguo emperador. A ratos iluminado, a veces vanidoso, en algunos momentos infantil, este general de moda de América Latina consigue siempre un tono de honestidad y autoconvicción que multiplica el impacto de sus palabras. Recibe a EL PAÍS en el sótano de una lujosa casa de las afueras de Quito, lleva un pantalón y una chaqueta vaqueros y una camisa negra por fuera para esconder el revólver. Durante dos horas no ha permanecido más de un minuto en la misma posición.

A sus 53 años, después de haberlo sido todo en las Fuerzas Armadas de Ecuador, se ve obligado ahora a viajar en la caja de los camiones huyendo de la Justicia. No le preocupan las dificultades, por el contrario, le excitan.No fuma, no bebe y es capaz de comer la hierba de los caminos. Hace ejercicio diario y mantiene un aspecto físico impresionante.

Pregunta. ¿Cómo se siente usted aquí, escondido?

Respuesta. Cuando se tienen ideales y se tienen responsabilidades, por muchos que sean los obstáculos, siempre hay una fuerza superior para vencerlos en beneficio de los generales intereses nacionales. Por tanto, me encuentro bien.

P. Hay noticias confusas sobre el estado en que se encuentran los hombres que se sublevaron para liberarle. ¿Esta usted preocupado por ellos?

R. Yo siento una solidaridad profunda con ellos, porque la respuesta de ellos fue acto de lealtad al recuerdo de cómo yo mandé las Fuerzas, bajo mis más elevados principios de la moral, del orden, de la disciplina y de la honestidad. Quiero indicar que no es justo que a hombres inspirados por ideales muy profundos de solidaridad y de respeto a su institución, después de que el ciudadano presidente diera su palabra de honor de no tomar ninguna medida de represalia contra estos hombres, nuevamente el ciudadano presidente miente y engaña, como yo fui engañado la primera vez. Ellos son gente del pueblo, gente que tiene una vocación militar...

P. ¿La gente espera que usted haga algo por ellos?

R. Yo lo voy a hacer, señor. Yo no puedo ser indiferente, debo hacerlo y tengo que hacerlo. Desgraciadamente, después de haber estado 10 meses en una cárcel de la inquisición debo tomar las medidas precautorias de mi libertad, porque aproximadamente se en qué condiciones voy a estar y todos los esfuerzos que yo pueda hacer están perdidos. Esta es la razón por la que me encuentro oculto y desde la clan destinidad yo seguiré luchando no solamente por el grupo de paracaidistas, sino por las reivindicaciones de muchos intereses y anhelos de nuestro pueblo, que ahora están conculcados.

P. ¿Y qué puede hacer por lo paracaidistas y por su país?

R. Yo creo que mi palabra tiene una fuerza moral en el pueblo ecuatoriano. Yo seguiré denunciando, seguiré en contacto con el pueblo ecuatoriano y con las Fuerzas Armadas, con las tres ramas, donde tengo grandes amigos, porque, a pesar de que la mayoría cumplan órdenes, se que moralmente están con mis ideas y con mis tesis, la mayoría. Si usted recorre el país, se va a encontrar que los estudiantes, la Universidad, salen a las calles para pedir mi libertad. También podrá ver barrios, colegios y escuelas que llevan mi nombre. Esto no es para mí un motivo de alabanza ni que me crea un héroe, es un compromiso más que me obliga a buscar un perfeccionamiento de mi conducta y de mi persona...

P. ¿Piensa usted quedarse en Ecuador?

R. Si todo ser humano, en un momento dado, por ese instinto de protección de la vida buscamos una protección, pero yo escojo el camino de la lucha y se que voy a tener éxito, vamos a derrotar a la tiranía. No van a poder controlar a este pueblo que se está manifestando en todos los aspectos contra esta situación. Hemos llegado a una situación increíble en Ecuador, a una concentración de la riqueza tan brutal que 15 o 16 familias controlan la economía de este país, y no importa que la controlen sino la forma en que admistran la riqueza. El año pasado 2.800 millones de dólares salieron del país, cuando apenas tenemos prestaciones por 900 millones de dólares. Y en los social ( ... ) esto es una bomba de tiempo.

P. ¿Y en esa lucha incluye usted acciones militares contra el Gobierno?

R. Yo creo que, en lo posible, los conflictos deben ser arreglados en el marco de la ley, pero si esto no se da y, en el caso de reclamo dentro de la ley, la respuesta es la represión, la persecución, el asesinato de Estado, yo creo que la respuesta la tiene usted, la tiene cualquier ciudadano libre: el principio de autodefensa. Entonces yo creo que se justifica la lucha en cualquier campo y por cualquier medio. Para responder a su pregunta de si cogería las armas, depende del tirano. O cambia su manera de ser, viviendo en un sistema constitucional y democrático o renuncia, permitiendo que este pueblo no llegue a un enfrentamiento. Yo no creo que llegue al final de su mandato.

P. ¿No le importa que su caída suponga el fin del sistema democrático?

R. Yo no creo que la dictadura sea la solución, sino la renuncia de Febres Cordero, pero que el sistema se mantenga.

P. ¿Ha pensado en un golpe de Estado o alguien le ha animado a participar en algún compló contra el Gobierno?

R. ¿Quiere que le diga una cosa? El que me ofreció un golpe de Estado fue el ciudadano Febres Cordero contra el presidente Oswaldo Hurtado. El auspició, yo entonces no lo sabía pero me enteré después, una gran manifestación que se me dio en la ciudad de Guayaquil, cuando Hurtado era presidente, un hombre respetuoso y muy tranquilo. Y él, sí, una vez, me invitó y me planteó el derrocamiento del doctor Hurtado, y yo lo rechacé.

P. ¿Cree usted que existe corrupción en la máxima jerarquia del país y de las Fuerzas Armadas?

R. El ciudadano presidente ha ascendido (en el Ejército) a quien le ha dado la gana, y no ha ascendido a quien no servía sus intereses particulares, intereses de grandes negocios. Esto es algo horrible, y por eso es que mi vida peligra, por lo que yo conozco. Él sabe que yo conozco intimidades de él, de sus grandes negocios.

"Me realizaría presentándome a las presidenciales"

Pregunta. ¿Piensa usted presentarse a las próximas elecciones presidenciales?

Respuesta. Creo que sí se me brinda esa oportunidad, el balcón o la barricada política, la plaza o la calle para expresar mis ideas, me sentiría un hombre realizado porque sé que mi palabra va a ser escuchada.

P. ¿Por qué partido se presentaría?

R. Yo me sitúo desde el centro hacia la izquierda, porque los partidos conservadores, que han tenido tantas posibilidades de hacer gobiernos, no resuelven los problemas. Yo creo que los partidos de izquierda están más identificados con los problemas de la nación, del Estado. Cualquiera de ellos podría resolver nuestros problemas.

P. Algunos en este país dicen que es usted comunista.

R. Cuando se trata de ocultar un poco el secreto con el que se humilla a este pueblo con una explotación bárbara, eres comunista. Yo no puedo ser comunista por razones obvias, aunque no tenga nada en contra del comunismo. Lo que pasa es que tengo la comprensión suficiente y la sensibilidad para entender que todos los ecuatorianos somos iguales.

P. ¿Tiene usted miedo de que lo maten?

R. No me preocupa mi muerte, porque sé que la muerte no causa dolor, porque sé que me asesinarán. El hecho no está en morir, sino en vivir para hacer triunfar tus ideas. Yo soy un hombre de casta, de principios como para no morir en la cama, sino luchando por mis ideas, yo no puedo justificar una muerte silenciosa, por vejez, sin haber escrito nada o haber dejado huellas en la vida.

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