El presidente de Ecuador, liberado tras su secuestro por paracaidistas
Paracaidistas de la Fuerza Aérea de Ecuador retuvieron ayer durante varias horas al presidente de ese país, León Febres Cordero, en la base aérea de Taura, a 415 kilómetros al suroeste de Quito. Los sublevados dejaron en libertad al presidente a cambio de la liberación del general Frank Vargas Pazzos, ex comandante en jefe del arma, detenido desde que fracasara, en marzo del año pasado, su intento de golpe de Estado para derrocar a Febres. La decisión de atender la exigencia de los secuestradores fue adoptada por el vicepresidente Blasco Peñaherrera, para evitar el derramamiento de sangre. Peñaherrera había asumido -internamente la dirección del país nada más conocerse la noticia del secuestro.
La sublebación se pprodujo durante una ceremonia castrense a la que asistía el presidente. Según tesstigos presenciales, hubo varios heridos en la refriega entre los paracaidistas y la escolta presidencial, entre ellos el ministro de Defensa, Madardo Salazar.
Los sublevados pedían, además de la liberación de Vargas, la destitución del presidente y de los jefes de las fuerzas armadas.
Washington, así como Madrid y la mayoría de las capitales latinoamericanas, deploraron el secuestro de Febres Cordero, quien asumió la presidencia en agosto de 1984.
Páginas 5 y 6 Editorial en la página 8
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