Afganistán anuncia acuerdos para la retirada soviética
El secretario general del Partido Comunista Afgano, Mohamed Najibulá, anunció ayer que su Gobierno y la Unión Soviética "han llegado a acuerdos que abren el camino hacia una retirada total" de las tropas soviéticas desplegadas en Afganistán. Guenadi Guerasimov, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS, aclaró también ayer, en Moscú, que la completa retirada soviética de Afganistán depende de la acogida que preste la oposición armada a las iniciativas de reconciliación nacional realizadas por el líder afgano.
Najibulá, que ejerce su liderazgo sin haber asumido todavía la presidencia del Estado, vacante desde que cesó su predecesor, Babrak Karmal, anunció además una amnistía para los que hayan desertado de las fuerzas armadas. Ambos anuncios fueron hechos por el líder durante un discurso que pronunció ante el Congreso del Frente Patriótico Nacional, una organización de masas que tiene como objetivo promover la reconciliación nacional, al entrar en vigor ayer el alto el fuego unilateral ofrecido por el Gobierno a los rebeldes.Najibulá no facilitó ningún detalle sobre el contenido del acuerdo para la retirada soviética (la URSS tiene unos 115.000 soldados en Afganistán, según fuentes occidentales), aunque, coincidiendo con lo expresado en Moscú por el portavoz soviético de Exteriores, dijo que las medidas que adopten en el futuro los dos países "dependerán directamente de los pasos que dé la otra parte".
Los principales grupos musulmanes que combaten con las armas al Gobierno prosoviético de Kabul, desde sus bases en Pakistán, se negaron ayer a comentar el discurso de Najibulá, al que el portavoz de uno de ellos respondió con estas preguntas: "Pero ¿cuándo se irán [los soviéticos]? Siempre dicen que van a irse, pero ¿cuándo?".
Un alto funcionario del Gobierno paquistaní afirmó en la capital, Islamabad, que el anuncio de Kabul era vago y parecía tener un objetivo primordialmente propagandístico. [También un portavoz de la Casa Blanca calificó ayer en Washington de "propaganda" la mención a la retirada total soviética"].
La misma fuente paquistaní indicó que las palabras de Najibulá no contenían nada nuevo, ya que el propio líder soviético, Mijail Gorbachov, había afirmado en VIadivostok, el pasado 28 de julio, que existía un acuerdo entre Moscú y Kabul para retirar escalonadamente de Afganistán las tropas soviéticas, que entraron en ese país en 1979. El pasado mes de octubre, unos 8.000 soldados de la. URSS, integrantes de seis regimientos, abandonaron el territorio afgano.
No obstante, fuentes próximas a la guerrilla afgana estimaban ayer que tarito el plan de retirada soviético,como el resto de la oferta de reconciliación de Najibulá únicamente podrán ser valorados en las conversaciones de paz de Ginebra, que deben reanudarse el próximo 11 de febrero. Medios gubernamentales paquistaníes consideraron anoche probable que esta cita sea aplazada en dos o tres semanas, con objeto de prepararla mejor.
Otros aspectos de la oferta explicados ayer por el líder afgano consisten en la reducción en seis meses del servicio militar para los jóvenes que regresen del extranjero, la airnistía para algunos miembros de la oposición política encarcelados y la revisión de sentencia para otros, junto a beneficios fiscales y diversas ayudas económicas para los exiliados que vuelvan al país. Hasta el momento, la guerrilla ha. rechazado el alto el fuego de Najibulá. Tres soldados afganos murieron ayer en un ataque guerrillero pocas horas después de que la declaración unilateral de tregua entrara en vigor.
Por su parte, Guerasimov estimó ayer que la reacción de los rebeldes a las últimas propuestas de las autoridades afganas ha sido variada, ya que, dijo, mientras algunos grupos se han pasado al lado del Gobierno, otros tratan de "mantener hirviendo la olla", informa Pilar Bonet. La política de reconciliación nacional de Najibulá recibió un espaldarazo soviético con la reciente visita del ministro de Exteriores, Edvard Shevardnadze, y el respon sable de las relaciones exteriores en el partido, Anatoli Dobrinin, este mes a Kabul. Moscú ha iniciado también una política de aproximación a Pakistán, donde la presencia de tres millones de refugiados país incrementa los problemas internos del régimen de Zia Ul Haq. El pasado mes de diciembre, un alto funcionario paquistaní, Abdul Satar, visitó Moscú, y ese mismo mes lo hizo también Najibulá, al frente de una importante delegación.
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