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Jaruzelski busca la ayuda de Fiat para la renovación del parque móvil polaco

Juan Arias

El presidente de Polonia, general Wojciech Jaruzelski, llegó ayer a Roma para iniciar una visita oficial fuertemente marcada por los temas económicos, y en concreto por la pretensión de que Fiat construya en su país automóviles por un valor de 235.000 millones de pesetas. No obstante, el objetivo primordial de este viaje, el primero oficial que el líder polaco realiza a Occidente desde que impuso la ley marcial en su país, en 1981, debería de concretarse en una normalización de las relaciones exteriores de su régimen, y muy especialmente con el Vaticano, adonde Jaruzelski acudirá hoy para entrevistarse con el papa Juan Pablo II.

Jaruzelski, elegantísimo, vestido de azul oscuro, aterrizó en el aeropuerto militar de Ciampino, en Roma, en un Tupolev 154 procedente de Varsovia, donde fue recibido con los máximos honores. Su estancia en Italia se prolongará hasta hoy por la noche. .Luciendo sus inseparables gafas negras, el general llegó acompañado por su hija Monika, de 22 años, estudiante de literatura en la universidad de Varsovia, y de un imponente séquito oficial, que comprende, entre otras personalidades, al ministro de Asuntos Exteriores, Marian Orzechowski; al viceministro,de Asuntos Industriales, a los ministros de Cultura y del Culto y al número dos del partido, Jozef Czyrek.

En el aeropuerto le esperaba el presidente del Gobierno, el socialista Bettino Craxi, a quien el órgano oficial del Partido Comunista Polaco, Rzccepospolita, ha atribuido el mérito ,de que haya podido ser Italia el primer país europeo que recibe a Jaruzelski en visita oficial.

Al final, sólo los radicales y los demoproletarios italianos salieron ayer a la calle para manifestarse contra el régimen de Jaruzelski. El líder radical, Marco Pannella, se lanzó ayer por la mañana a uno de los coches del séquito del general polaco para colocar sobre él una pancarta en favor de Solidaridad, y ha pedido que, por las noches, mientras Jaruzelski esté en Roma, los romanos apaguen las luces de sus casas y pongan una vela en las ventanas como signo de protesta.

Por lo que se refiere a los primeros coloquios sostenidos ayer por el líder polaco con el Gobierno italiano en el palacio del Quirinal, adonde fue invitado a comer en la sala del Zodiaco por el jefe del Estado, el democristiano Francesco Cossiga, las conversaciones se movieron en dos planos bien distintos. En el político, la Presidencia del Gobierno ya difundió una nota en la víspera del viaje para indicar que "no obstante las diferencias políticas evidentes entre ambos países", lo que hoy une a Polonia e Italia es "un deseo común profundo ole querer contribuir a la paz del mundo".

En el nivel económico, el proyecto que trae Jaruzelski es el de un probable e importante contrato con Fiat para que la empresa italiana construya en Polonia nuevos automóviles por un valor total de 235.000 millones de pesetas. De ahí que esta tarde, tras el coloquio con el papa Wojtyla, el general Jaruzelski se reunirá con Gianni Agnelli, presidente de Fiat, quien está dispuesto a realizar dicha inversión en Polonia a condición de que se la respalde el Gobierno italiano.

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