Macfarlane pidió bases para espiar a Moscú, según las actas de las reuniones de Teherán
El ex consejero de seguridad nacional estadounidense Robert MacFarlane, que el pasado mes de mayo dirigió en Teherán las conversaciones entre EE UU e Irán, pidió entonces a las autoridades de la República Islámica su aprobación al establecimiento en su territorio de dos poderosas estaciones electrónicas para espiar a la URSS. Ésta es la información contenida en un boletín de régimen interno de la Cuarta Sección del Ejército Iraní (servicios secretos), denominada Rokn Chahar, cuyo texto ha sido difundido recientemente por la publicación comunista iraní de oposición -clandestina- Nameh Mardom, en su número 133.El pasado 28 de mayo, un Boeing 707 cargado de armas y repuestos viajó desde Israel hasta el aeropuerto internacional de Teherán, Mehrabad. En el avión viajaba, además de MacFarlane, Fardin Azima, vendedor de armas iraní, monárquico, familiar próximo del actual ministro iraní de Petróleo, Agazadeh. Azima actuó como intérprete. En el aeródromo de Mehrabad fueron recibidos por el comandante de la Guardia Revolucionaria destacada en el aeropuerto, Hossein Jodaverdi.
Posteriormente, los recién llegados fueron conducidos al hotel teheraní Istiqlal, donde acudieron militares y funcionarios iraníes, entre ellos los coroneles Sabetian, Zareh y Amir Bod, del departamento de Logística del Ministerio iraní de Defensa, así como el comandante Hossein Mortezai, de Sepah Pasdarán. Visitó también el hotel el parlamentario Saadatian, vinculado al presidente iraní, Sayed Alí Jamenei, y un alto dignatario del régimen islámico de Teherán, con indumentaria civil, inidentificado.
Los puntos debatidos entre las dos delegaciones fueron, además de la petición estadounidense para disponer de las dos estaciones electrónicas, por este orden: 1. Presencia soviética en Afganistán. 2. Relaciones Irán-Siria. 3. Asunto de los rehenes estadounidenses en Beirut. 4. Guerra irano-iraquí. 5. Venta de gas iraní a la URSS. 6. Asunto de la venta de armas y repuestos norteamericanos e israelíes a Irán.
Según el texto del acta, "lo importante para EE UU es que Irán acepte la petición del Gobierno de Washington relativa al establecimiento sobre su territorio [iraní] de dos potentes estaciones de vigilancia de las actividades del Gobierno comunista de la URSS". "Con estas dos estaciones, nosotros [los norteamericanos] podríamos vigilar todos los movimientos de los soviéticos en las repúblicas soviéticas del Asia Central y, especialmente, las pruebas de cohetes".
Siempre según el texto de las actas, los estadounidenses señalaron: "Nuestros instrumentos electrónicos, que son minuciosos y sensibles, pueden grabar todos los mensajes electrónicos enviados por el Gobierno comunista soviético en toda la zona hasta el sur de Irán". "Para nuestro Gobierno", añade el acta taquigráfica, "esta información tiene una importancia muy especial, al igual que la amistad entre EE UU e Irán, que deseamos, así como contribuir a asegurar un Irán fuerte y anticomunista".
Por otra parte, fuentes iraníes informaron a este diario que, desde fechas anteriores al viaje de MacFarlane a la capital iraní, un grupo de diplomáticos y funcionarios de EE UU se encuentra en Teherán.
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