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CiU aceptó sólo 12 de las 549 enmiendas presentadas al presupuesto de la Generalitat

El pleno del Parlamento catalán aprobó el pasado miércoles, último día del año, pasadas las ocho de la tarde, el proyecto de presupuestos de la Generalitat para el ejercicio de 1987, que asciende a más de 484.714 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 12% respecto al anterior. Los diputados del Partit dels Socialistes (PSC), del Partit Socialista Unificat (PSUC) y de Alianza Popular (AP) mostraron su oposición a la globalidad del proyecto desde el inicio de los debates, en los que presentaron tres enmiendas a la totalidad. Convergència i Unió (CIU) aceptó sólo 12 enmiendas sobre un total de 549 presentadas por la oposición.

Durante las más de 37 horas que han durado los debates, Convergència i Unió ha utilizado su amplia mayoría parlamentaria para sacar adelante un proyecto de presupuestos que ha sido en varias ocasiones duramente criticado no sólo por la oposición, sino también por Esquerra Republicana (ERC). Los diputados de ERC, socios del partido de Jordi Pujol en el Gobierno catalán, votaron contra el presupuesto de la Corporación Catalana de Radio y Televisión.Las enmiendas aceptadas durante el debate, 12 de las 549 presentadas, no modifican ni tan siquiera parcialmente ninguno de los capítulos aprobados por tratarse de pequeños matices, casi siempre técnicos.

El hecho de que los parlamentarios catalanes tuvieran que estar hasta escasas horas antes de la Nochevieja discutiendo el proyecto de presupuestos ocasionó, en varias ocasiones, numerosos enfrentamientos entre Gobierno y oposición que eran claramente palpables en los pasillos del hemiciclo. Socialistas, comunistas y populares acusaron al Gobierno, al que calificaron de ineficaz, por haberse producido esta anómala situación. Según la oposición, es difícilmente explicable que un Parlamento que en todo el año ha aprobado tan sólo 10 leyes y celebrado 21 sesiones parlamentarias pudiera estar debatiendo los presupuestos los tres últimos días del año hasta altas horas de la madrugada. Muchos diputados, incluso de CiU, se fueron ausentando paulatinamente de la sala a lo largo de la tarde del miércoles mientras el portavoz de CiU, Antoni Subirá, tropezaba en ocasiones con problemas para aguantar su sólida mayoría. Lluís Armet, portavoz socialista, afirmó que era "una vergüenza nacional" que los cuatro últimos presupuestos se hayan discutido "contrarreloj y coincidiendo con períodos de laxitud política".

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