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La OTAN ofrece por primera vez conversaciones al Pacto de Varsovia sobre armas convencionales

Andrés Ortega

ANDRÉS ORTEGA, ENVIADO ESPECIAL, Los países de la OTAN se mostraron ayer por primera vez dispuestos a abrir conversaciones con el Pacto de Varsovia sobre el control de armamento convencional "del Atlántico a los Urales". El Consejo del Atlántico Norte, reunido ayer y hoy en Bruselas, se decidió por una fórmula intermedia entre las negociaciones bloque a bloque, como pedía EE UU, y el marco de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), como pretendía Francia. En todo caso, como avisó ayer el presidente del grupo de trabajo que preparó esta decisión, Marcello Guidi, secretario general adjunto de la OTAN, el proceso que se va a iniciar va a ser "sumamente largo y complicado".

En la declaración aprobada ayer, los países de la OTAN proponen "negociaciones diferenciadas", no separadas en dos campos:1. Para sacar partido y desarrollar los resultados de la conferencia de Estocolmo sobre medidas de confianza.

2. "Para eliminar las disparidades existentes, del Atlántico a los Urales y establecer una estabilidad convencional a niveles menos elevados, entre los países cuyas fuerzas ejercen la influencia más inmediata sobre las relaciones de seguridad esenciales en Europa, es decir, los que pertenecen a la OTAN o al Pacto de Varsovia".

La negociación cubrirá las fuerzas terrestres y aéreas, pero no las navales. Según fuentes atlánticas, el lenguaje de la declaración ha sido muy estudiado para evitar las susceptibilidades francesas. Pero para disipar toda duda, en la sala del Consejo, el titular francés de Asuntos Exteriores, Jean-Bernard Raimond, dejó claramente sentado que no debe crearse ningún mecanismo de negociación bloque a bloque. Es más, explicaron fuentes diplomáticas francesas, Francia no quiere que en esas negociaciones la OTAN como tal se presente con instrucciones únicas adoptadas en Bruselas, aunque aceptó la existencia de grupos para coordinar la postura de los aliados occidentales.

Francia exigió también que las superpotencias no desvíen estas negociaciones para lograr sus propios fines en otros campos. Si es la primera vez que Francia entra de lleno en tales negociaciones -nunca quiso participar en las MBFR (reducción mutua y equilibrada de fuerzas) que no han progresado a lo largo de sus 13 años de existencia, y cuyo fin sin gloria se aproxima-, Francia quiere también obtener concesiones de la URSS en el terreno de los derechos humanos y económico, en la CSCE. Francia, además, no quería unas negociaciones bloque a bloque por no estar integrada en la estructura militar de la OTAN. El ministro español Francisco Fernández Ordóñez también adoptó una actitud similar a la francesa aunque España, al no estar en el arco de vanguardia de la OTAN, se siente menos afectada por estas futuras negociaciones.

En realidad, respondiendo al llamamiento de Budapest del pasado 11 de junio del Pacto de Varsovia, la OTAN no ofrece aún negociaciones, sino "discusiones Este-Oeste con vistas a establecer un mandato para ne gociaciones sobre el control" -no dice reducción-, aunque luego habla de un equilibrio "a niveles más bajos de armamen tos de los arsenales convencionales". La OTAN pide también corregir las asimetrías en el te rreno convencional que favore cen al Pacto de Varsovia, y señala que, de cara a las futuras negociaciones, habrá que tener en cuenta "los armamentos, los tipos de equipamiento, los despliegues, los efectivos, la movi lidad y el estado de preparación de las fuerzas armadas, las informaciones... y las consideraciones geográficas.

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Un nivel estable y seguro

La OTAN se plantea como objetivo el establecer un nivel de fuerzas estable y seguro "orientado hacia la eliminación de las disparidades", y un proceso de negociación "etapa a etapa" y "que garantice el mantenimeinto de un mismo nivel de seguridad para todos los interesados en cada etapa". Busca también la supresión de los medios para lanzar un ataque sorpresa o una acción ofensiva de gran envergadura, y, por supuesto, un sistema de verificación eficaz. La declaración atlántica reitera la necesidad de mantener "una disuasión eficaz" basada a la vez sobre las fuerzas nucleares y las armas convencionales.

El llamanúento de Budapest iba más lejos que la declaración de Bruselas al pedir que estas negociaciones incluyeran las fuerzas nucleares del campo de operaciones europeo. El Pacto de Varsovia hacía también pro puestas más concretas y con calendarios, como la reducción en dos años de los efectivos en 150.000 hombres, para llegar a un nivel total de un 25% del actual a principios de la próxima década. La OTAN no entra aún en tales detalles.

Los países de la OTAN es peran que la fase preparatoria de la CSCE, que debería concluir en próximo mes de junio en Viena, recoja estas propues tas de negociación y el eventual mandato que salga de las "discusiones". Los países neutrales y no alineados de la CSCE serán informados y consultados, pero en ningún caso, según explicaron fuentes atlánticas, tendrán derecho de veto sobre lo que acuerden los 23 (los 16 países de la OTAN y los siete del Pacto de Varsovia). Existe incluso la opinión de que países como Suecia o Suiza no querrían reducir sus propios efectivos.

Con las futuras negociaciones sobre armas convencionales, se abrirá una de las etapas más complejas de control de armamentos. Las MBFR estaban limitadas al frente central de Europa y sólo versaban sobre los efectivos en tropas. Ahora habrá que comparar sistemas de armas muy variados, doctrinas totalmente diferentes sobre su uso y otras materias. No será fácil.

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