La CE discute la orientación y el presupuesto de investigación para los próximos cinco años
El porvenir de la investigación comunitaria se decide en el Consejo de Ministros de Investigación y Ciencia, iniciado ayer en Bruselas, en el que los pequeños y los grandes Estados miembros de la Comunidad Europea (CE) se enfrentan en torno al presupuesto que se dedicará a este capítulo durante los cinco próximos años.
Después de haber solicitado en un primer borrador 12.000 millones de ECU (unidad de cuenta europea equivalente a 140 pesetas) y de rebajar a continuación esta cifra a tan sólo 10.000 millones, la Comisión Europea pide finalmente 7.735 millones (1,082 billones de pesetas) para la investigación en la CE entre 1987 y 1991. Esta cantidad debería servir para poner en marcha un nuevo programa que sustituirá al anterior, que expira a finales de año, financiando varios proyectos de investigación en materia de aprovechamiento de los recursos biológicos, tecnologías de la información (Esprit), telecomunicaciones (RACE) y de aplicación a la industria de nuevas tecnologías (Brite).Este programa-marco fomenta esencialmente la investigación precompetitiva, es decir, aquella que sin llegar a ser fundamental es difícil de amortizar a corto plazo, motivo por el cual las empresas dudan en consagrarle grandes cantidades. El objetivo del plan quinquenal es, obviamente, intentar evitar que la industria europea quede descolgada, desde un punto de vista tecnológico, de la japonesa y de la norteamericana, sus rivales.
Eureka, el complemento
El conjunto de proyectos sometidos a la aprobación de los titulares de investigación presididos por su homólogo británico, Geoffrey Pattie -España estuvo representada por el ministro de Educación, José María Maravall-, es complementario de los que están siendo llevados a cabo en el marco de Eureka, en el que participan varios países no pertenecientes a la CE, cuyo enfoque más aplicado corresponde a las necesidades inmediatas del mercado. El Consejo ministerial aprobó justamente ayer un informe sobre la complementariedad entre ambos programas.
Una mayoría de Estados comunitarios, entre los que figura España, es partidaria de aprobar el presupuesto solicitado porque consideran, según comentó un diplomático, que les permitiría subirse al tren del desarrollo tecnológíco y sacar mejor partido de la experiencia de los más desarrollados".
Una fuerte minoría, integrada por la República Federal de Alemania, Francia y el Reino Unido, considera, sin embargo, excesiva la cifra propuesta por la Comisión. Los Países Bajos es el único miembro pequeño de la CE que forma parte de este grupo.
Al margen de avanzar algunos argumentos sobre la necesaria austeridad presupuestaria, los pesos pesados de la Comunidad hicieron veladamente hincapié en el Consejo en su negativa a subvencionar de facto con sus grandes contribuciones la investigación de los pequeños o pobres. En algunos casos, como el de Alemania Occidental, su representante sostuvo que convenía reducir los créditos previstos para RACE en 800 millones de ECU, que el Gobierno de Bonn podría parcialmente dedicar a desarrollar un programa estrictamente nacional más acorde con las necesidades de su industria de telecomunicación.
Los participantes en la reunión de ayer han sido presionados para sacar adelante el programa-marco por los jefes de Estado y de Gobierno de los doce, que en el comunicado final publicado el sábado, al término de la cumbre de Londres, les instaron a alcanzar un compromiso.
Descontento por haberse visto obligado en dos ocasiones a reducir el presupuesto solicitado, el presidente de la Comisión, el francés Jacques Delors, ha amenazado con retirar el programa que ha elaborado si los ministros decretan una nueva rebaja.
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