Las marismas de Santoña, amenazadas por los vertidos

Las marismas de Santoña, a medio camino entre Santander y Bilbao, consideradas una de las 10 zonas húmedas más interesantes de la Península y, acaso, las de mayor valor ecológico del norte de España, sufren actualmente un grave proceso de degradación como consecuencia de determinadas intervenciones incontroladas. El relleno que permite el logro de suelos baratos, los proyectos de cultivos marinos y la creciente contaminación por el vertido de aguas residuales procedentes de los ayuntamientos circundantes, así como la caza furtiva que sigue practicándose en la zona con olvido de la prohibición decretada hace 11 años, están poniendo en serio peligro estas marismas.Las marismas de Santoña están formadas por vastas llanuras de fango, que ocupan unas 2.000 hectáreas, y casi un centenar de especies de aves acuáticas se han catalogado en ellas. Preferentemente en otoño, éstas hacen escala para reposar y alimentarse antes de reemprender el vuelo hacia zonas de invernada. Entre 15.000 y 20.000 aves acuáticas coinciden en la zona durante cierto tiempo, entre ellas garzas y porrones, charranes y frailecillos, chorlitos, ánades y patos cuchara.

La Asociación para Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria acaba de redactar un amplio informe sobre la excepcional importancia de este miniDoñana del norte. Teniendo en cuenta el considerable valor ecológico, genético y científico de las zonas húmedas y dado que los países desarrollados tienen, en la actualidad, máximo interés en proteger estas zonas, la Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales solicita la urgente intervención de organismos, asociaciones y particulares atraídos por éstas cuestiones a fin de iniciar urgentemente los trámites necesarios para que las marismas de Santoña sean declaradas espacio natural protegido.

Si continúan los vertidos y las intervenciones incontroladas, la zona puede registrar irreparables pérdidas en su patrimonio ecológico.