_
_
_
_

París, 'tomada' por la fotografía

90 exposiciones ocupan galerías, tabernas y capillas

París parece una ciudad tomada por la fotografia, con casi un centenar de exposiciones -90 para ser exactos- Se pueden ver por todas partes museos, naturalmente, y galerías, pero también en centros culturales extranjeros e incluso en tabernas o capillas, como, por ejemplo, en la de Saint Louis de la Salpétriére, que presenta una muestra de 15 artistas plásticos que, sin ser fotógrafos, trabajan la fotografía en instalaciones o esculturas.

Con un presupuesto de cinco millones de francos (unos 100 millones de pesetas), procedentes de la alcaldía, el Ministerio de Cultura y patrocinadores privados (por primera vez), y organizado por París-Audivisual, este Mes 86 (que no es tal mes, pues la primera exposición comenzó en octubre y la última terminará en febrero) presenta como novedad en su cuarta edición la concesión de premios (100.000 francos cada uno). Los galardones serán otorgados por un jurado internacional, presidido por Samuel Fuller, a la mejor exposición, al mejor fotógrafo poco conocido y al totalmente desconocido, y un premio del público puramente honorífico.El tema central de este año (una de las secciones de la muestra) es Un mundo nuevo: América Latina, con 19 exposiciones; imágenes de alegría, guerra, poder, dignidad y humillación captadas por ojos autóctonos o extranjeros. Entre los primeros, dos pioneros: Homenaje a Manuel Alvarez Prado (1902), un México fantástico, entre poético y realista, un mundo de soledad y erotismo, y El Perú de Martín Chambi (1891-1950), 70 obras que reflejan el dolor y el amor de su país; y entre las generaciones posteriores, una serie de fotógrafos residentes actualmente en Europa (Francia y España) presentados por la Casa de América Latina, sobre todo Sebastiáo Salgado con Las otras Américas, reveladas mediante imágenes intensas a la vez que sensibles.

Los clásicos

Entre los extranjeros, sin duda el norteamericano Charles Harbutt y los de la muestra América Latina vista por Magnun, desde los años treinta hasta nuestros días, con todos los grandes: Capa, Cartier-Bresson, Depardon y otros.En la sección La foto de los años veinte hasta los cincuenta, los clásicos como Sander (Autorretrato de Alemania); los desnudos de Man Ray, extraordinarios; la divertidísima Estrellas en la pasarela (la caricatura más realista de Hollywood en todo su esplendor) y dos exposiciones de gran calidad: la del catalán Joaquín Gomis (1902), La poética de la modernidad (en el Centro de Estudios Catalanes de París-Sorbonne), una lección no sólo de modernidad, efectivamente, sino de fotografía receptiva a todas las invenciones, además de un ojo sagaz, y Giacometti visto por los fotógrafos, quizá la exposición más conmovedora de todas, en el Centro Cultural Suizo; un Giacometti niño, adolescente, joven, adulto y ya envejecido, en familia, en su taller, en la calle, alegre, triste, meditativo, angustiado, cansado.

En la tercera y última sección, Itinerarios contemporáneos, reina el eclectismo (posmoderno quizá), ironía, erotismo, morbo, sadismo, drama, pasión, transparencias, amalgamas, collages; entre todas ellas, dos nombres: Cindy Sherman, la teatralización de su propia imagen a través de una serie de autorretratos, y Víctor Burgin (galería Durand Dessert), con un trabajo inspirado en el cuadro de Hopper Office at night (1940), la iconografía de la oficina y sus ocultos significados.

Además de todo esto, los artistas invitados: Eva Rubinstein, secreta y sensible; Rallph Gibson e Irving Peen (la moda y el retrato); Robert Doisneau, lo insólito en le, cotidiano, y la tragedia de Diane Arbus, en el Centro Cultural Norteamericano.

Entre las exposiciones insólitas, Las fotos que falsifican la historia, un trabajo de investigación de Alain Jaubert, en el que se demuestra hasta qué grado la fotografía puede ser irreal gracias a todas las manipulaciones que permite al servicio de la propaganda política: el retoque, el recorte, el vaciado, el encuadramiento y el borrado, en una serie de imágenes históricas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_