3.000 militares se manifiestan a favor del reajuste del Gobierno

Unos 3.000 militares filipinos se manifestaron ayer en dos ciudades filipinas en apoyo a las peticiones formuladas por sus jefes para que "se destituya a los ministros incompetentes" del Gobierno de Corazón Aquino. La mayoría de los manifestantes, de las tres armas del Ejército y de la Policía Nacional, se concentró en la capilla del cuartel Camp Osmena, en la ciudad de Cebú, a unos 600 kilómetros de Manila.El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Fidel Ramos, lanzó ayer un llamamiento a la población para que apoye al Ejército y al Gobierno en la lucha contra "la amenaza comunista".

Mientras tanto, el general Edgardo Abenina, jefe de la policía de Cebú, declaró a la agencia PNA que, aunque "no existen motivos de alarma", el número de los que protestan contra el Gobierno de Corazón Aquino podría aumentar si se unen grupos de civiles próximos al movimiento anticomunista.

Un portavoz de los militares, el suboficial Inocencio Sánchez, señaló que la manifestación forma parte del proceso educativo del Ejército sobre las "perversiones del comunismo", pero puntualizó que el Ejército "no intenta desestabilizar al Gobierno de Corazón Aquino".Los llamados jóvenes turcos de las Fuerzas Armadas, dirigidos por el coronel Tiburcio Fusilero, dijeron a la agencia PNA que sus peticiones incluyen "la convocatoria inmediata de elecciones presidenciales y que se convoque de nuevo la Asamblea Nacional".

"El reajuste del Gobierno y la expulsión de los ministros incompetentes, la destitución de gobernadores y alcaldes corruptos, así como una política gubernamental dura contra los insurgentes y la participación militar en las negociaciones de paz con la guerrilla comunista" son otras de las peticiones de este grupo de militares. Según la agencia PNA, Fusilero fue destituido hace poco del cargo de comandante de la policía en la provincia de Negros por haber arrojado un magnetófono a la cara de un abogado que estaba investigando las violaciones de los derechos humanos en las zonas que estaban bajo su mando.