_
_
_
_

El asesinato de un dirigente musulmán filipino aliado de Aquino reaviva la amenaza de golpe de Estado

Antonio Caño

ANTONIO CAÑO, ENVIADO ESPECIALEl asesinato ayer en Manila de un importante dirigente musulmán aliado de la presidenta Corazón Aquino, junto con los dos miembros de su escolta, desató fuertes rumores sobre un golpe de Estado, que mantuvieron en vilo durante toda la noche la capital filipina. Unidades militares ejercían esta madrugada una vigilancia especial sobre dos canales de televisión, que seguían conectados al cierre de esta edición ofreciendo una programación especial a la espera de alguna comunicación extraordinaria

Más información
3.000 militares se manifiestan a favor del reajuste del Gobierno

. Un portavoz del canal gubernamental dijo a EL PAIS que había recibido instrucciones del Palacio de Malacañang, sede de la jefatura del Estado, de mantenerse en el aire hasta recibir noticias desde la Presidencia. En Malacañang, ningún portavoz oficial quiso hacer comentarios sobre los crecientes rumores, aunque uno de los funcionarios manifestó que, a la hora de comunicar con este enviado especial (cerca de las tres de la madrugada, hora de Filipinas), había miembros del Gobierno en Malacañang y el servicio de prensa permanecía en su puesto.La misma fuente de la Presidencia confirmó que había "unidades de vigilancia" en el canal del Gobierno y en uno de los privados. El primero de ellos ofreció, hasta las tres y media de la madrugada, una película de terror, después un filme norteamericano sobre la guerra contra Japón en Filipinas, en la que, como si de un chiste de mal gusto se tratase, tiene un papel secundario un hermano de Benigno Aquino, Agapito Butz Aquino, representante del Gobierno en las negociaciones de paz con la guerrilla musulmana. El canal 9 mantenía en pantalla en la madrugada espectáculos deportivos grabados.

Acciones de protesta

En las calles no se apreciaba anoche ningún movimiento especial de tropas, ni siquiera en torno al palacio presidencial ni a otros edificios públicos. A lo largo del día se habían producido acciones de protesta por parte de los militares en dos de las principales ciudades del país, Cebú y Butuan, donde unos 3.000 soldados se habían manifestado en sus cuarteles a favor de las exigencias hechas públicas en días anteriores por el ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile. Éste había solicitado a la presidenta un inmediato reajuste del Gobierno,la aceptación de la Constitución de 1973 y la convocatoria de elecciones presidenciales. La primera de esas recomendaciones fue respaldada el pasado viernes por el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas filipinas, general Fidel Ramos, quien con esadeclaración marcó distancias por primera vez con la presidenta Aquino.

El jefe militar de la provincia de Butuan, coronel Rubén Cabagnot, confirmó los movimientos de protesta de sus soldados y dijo que algunos de ellos tenían la intención de permanecer en vigilia toda la noche, en el interior del cuartel Campo Rafael Rodríguez. En Cebú, algunos de los militares hostiles al Gobierno lanzaron desde un helicóptero planfletos de apoyo a las demandas de Ponce Enrile y Ramos.Observadores locales estimaban que los rumores de esta madrugada son los más intensos y creíbles desde que Corazón .Aquino llegó a la presidencia en febrero pasado. Los rumores tomaron cuerpo poco después de conocerse el asesinato del dirigente musulmán Ulbert UlamaTugung, que fue acribillado ayer en el centro de Manila por unos desconocidos que le dispararon desde un automóvil.

En el mismo atentado resultaron heridos un canadiense y su compañera filipina, que pasaban casualmente por el lugar del suceso.

Ulbert Ulama Tugung, de 47 años, estaba considerado el principal dirigente de la comunidad musulmana de la isla de Mindanao, al sur del país, donde la presidenta Aquino estaba a punto de conseguir un acuerdo de alto el fuego con la guerrilla mora de aquella región, que opera desde hace 14 años. El dirigente asesinado acababa de mantener en Manila varias reuniones con la presidenta para respaldar la Constitución que el Gobierno de Aquino someterá a referéndum el próximo 2 de febrero.

El asesinato de Ulbert Ulama Tugung sucede en pocos días a los del dirigente izquierdista Rolando Olalia y el empresario, y amigo de Ponce Enrile, David Puzón, y el secuestro de un importante ejecutivo japonés.

Clima de perturbación

Esta ola de atentados que afectan a sectores importantes de la sociedad filipina ha creado el clima de mayor perturbación política que conoce el país desde el derrocamiento de Marcos.

A este ambiente ha contribuido la suspensión de las conversaciones de paz entre el Gobierno y la guerrilla comunista del nuevo ejército del pueblo.

Este diálogo se encuentraahora al borde de un fracaso definitivo, según reconoció ayer el negociador por parte del Gobierno, el ministro de Agricultura Ramón Mitra.

Mitra anunció al término de una reunión de tres horas con la presidenta, que ésta está ahora convencida de que no podrá firmarse un acuerdo de alto el fuego en el presente mes y estudia, por tanto, un cambio de política hacia los rebeldes.

Una actitud de mano firme con la guerrilla había sido solicitada insistentemente por los militares golpistas. El propio general Ramos también lamentó el pasado viernes que los rebeldes tengan ahora más elementos en sus filas que durante el Gobierno de Marcos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_