La locura goyesca invade Washington

La locura por Goya ha invadido Washington, donde, el sábado, la reina Sofía asistirá al estreno mundial de la ópera Goya, compuesta por el italiano Gian Carlo Menotti y cantada por el tenor español Plácido Domingo en el papel del genial pintor de Fuendetodos. Dirigirá la orquesta Rafael Frühbeck de Burgos. Va a ser el acontecimiento social y cultural del año en la ciudad más política del mundo, que por una vez competirá culturalmente con Nueva York, a cuya Metropolitan Opera le ha arrebatado la première, para la que no queda, al precio de 100 dólares (13.700 pesetas), ninguna entrada. El montaje de Goya ha costado a la ópera de Washington 1,2 millones de dólares (casi 165 millones de pesetas). Su director, Martin Feinstein, confirmó a EL PAÍS que habían propuesto que los figurines de la obra se realizaran en España, pero no hubo respuesta del Gobierno de Madrid.

Un país fascinado con las monarquías aguarda con avidez la llegada de la realeza española. Doña Sofía estará acompañada por la infanta Cristina y su hermana Irene. Existe cierto morbo previo por ver cómo la nueva ópera trata a la monarquía de la época, Carlos IV y la reina María Luisa -"son los antepasados de los actuales Reyes", recuerda el Washington Post-, y al personaje de la duquesa de Alba, interpretada por la mezzosoprano chilena Victoria Vergara. Su belleza hace pensar que es "una duquesa como debía ser la auténtica", comentó el lunes en Washington Plácido Domingo, que esta semana se afeitó su barba para interpretar a Goya.La duquesa no aparecerá desnuda en escena, ya ha adelantado Menotti, quien ha advertido también que se han tomado ciertas libertades históricas al escribir el libreto. Otros miembros de la familia real, como los duques de Badajoz y algunos aristócratas, acudirán también a Washington, en cuya National Gallery (el Prado local) se exhibirán para la ocasión 10 cuadros de Goya traídos especialmente de España, entre ellos La condesa de Chinchón. No acudirá al estreno la actual duquesa de Alba.

En otro museo de la ciudad, el Corcoran, se expondrán 60 grabados de Goya, a cuya figura se le dedican conferencias y seminarios estos días en instituciones culturales de Washington.

El todo Washington trata de conseguir una entrada o invitaciones para estar con la Reina en una cena limitada para los millonarios -que paga la National Gallery-, el viernes, o después de la ópera, el sábado, o en la Embajada de España, el domingo. Nancy Reagan ha invitado a doña Sofía a la Casa Blanca en la mañana del lunes.

La ópera de Menotti cuenta, dosificando la historia con la imaginación, la leyenda del amor entre Goya y la duquesa de Alba, "aunque en la obra nunca queda claro si hay una relación física entre ambos", y la relación entre la reina María Luisa, la mala de la obra (envenena a la duquesa), y el poderoso Godoy.

"Algunos pueden creer que es sólo una historia de amor, pero tiene otro significado", declara Menotti. "La duquesa representaba el tipo de belleza, el símbolo que todos los artistas aman. Creo que Goya aspiraba a la perfección artística que reflejaba en cierta medida la duquesa", añade. Menotti ha tratado asimismo de reflejar la ambigüedad de Goya como hombre y como artista: el cortesano oportunista y el pintor revolucionario.

Pasarán muchos años, probablemente, antes que un hecho relacionado con España, como el estreno mundial de Goya, vuelva a ser primera página en la Prensa de Estados Unidos, que normalmente sólo se ocupa de nuestro país con ocasión de golpes de Estado, accidentes de aviación o muertes de toreros.

Pero España quizá haya perdido su oportunidad para conseguir que Goya se estrene en Europa -en Madrid o en el Liceo de Barcelona-. La Ópera de París o quizá la Scala de Milán pueden adelantarse. Plácido Domingo explicó, sin embargo, a EL PAÍS que hará todo lo posible para que el estreno europeo se celebre en España: "Ya estamos hablando con el Ministerio de Cultura y con el teatro de la Zarzuela", dijo. El Liceo todavía no ha mostrado el menor interés. "Quizá podría hacerse en el Real", añadió.

Cuando hace más de dos años empezó a prepararse Goya, la ópera de Washington ofreció a las autoridades españolas algún tipo de participación económica en la misma. Finalmente, ha sido una gran empresa de Wall Street, E. F. Hutton, la familia Getty y la compañía petrolífera Exxon quienes han corrido con los gastos y prácticamente han copado las entradas para las cinco representaciones que habrá en esta ciudad.