Tres ministros italianos declaran en el 'superproceso' de la Mafia

El presidente del tribunal de Palermo, Alfonso Giordalo, se trasladó ayer por la mañana a Roma para interrogar, en relación con el superproceso de la Mafia, a tres ministros: el de Defensa, el republicano Giovanni Spadolini; y los democristianos Virginio Rognoni (Justicia) y Giulio Andreotti (Asuntos Exteriores). Ayer sólo pudieron ser interrogados Spadolini y Rognoni, y hoy le tocará el turno a Andreotti. Tanto el ministro de Defensa como el de Justicia fueron interrogados durante dos horas y media cada uno.

Se da la circunstancia de que los tres ministros no sólo se negaron a desplazarse a Palermo para prestar testimonio, acogiéndose al privilegio de su condición de miembros del Gobierno, sino que ayer, en Roma, pidieron ser interrogados a puerta cerrada.

Esta actitud han sido muy criticada por la Prensa. Franco Coppola, en La Repubblica, escribió, refiriéndose a Spadolini, Rognoni y Andreotti, que los "testigos de la corona" han perdido la ocasión de hacer un gesto de buena voluntad, trasladándose a Palermo como símbolo de solidaridad con los jueces de un proceso que está viviendo horas muy difíciles.

También han desaprovechado los tres políticos la ocasión de poder testimoniar ante la opinión pública sobre uno de los capítulos más oscuros del proceso de Palermo, como es el asesinato del general Carlo Alberto dalla Chiesa, de su esposa y de un agente de su escolta.

De acuerdo con lo poco que se ha podido filtrar del interrogatorio de ayer a Spadolini y Rognoni, parece que el primero minimizó la petición que había hecho Dalla Chiesa antes de ser asesinado por la Mafia de poder contar con mayores poderes para combatir aquel cáncer. Dichos poderes le fueron concedidos en seguida al primer gobernador civil de Palermo que se nombró tras el asesinato del general Dalla Chiesa.

Fallo burocrático

Por su parte, el ministro Rognoni dijo al magistrado que lo cierto era la culpa había sido de la clásica burocracia y que todo estaba organizado para dar a Dalla Chiesa los poderes que había pedido, pero la Mafia se adelantó asesinándolo.El motivo de estos interrogatorios es que, en los días de autos, Spadolini era presidente del Gobierno y Rognoni ministro del Interior y, por tanto, ambos tuvieron responsabilidades directas en el hecho de que a Dalla Chiesa no le fueran concedidos aquellos poderes que él consideraba indispensables para poder hacer frente a la tarea que se le había encomendado de luchar contra la Mafia.