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El camino de Pekín a Moscú se deshiela

Camboya y Afganistán se interponen entre China y la URSS

El paso más significativo e la apertura china, en el capítulo de los asuntos exteriores, encuentra su expresión en la clara mejora de las relaciones con la Unión Soviética, "a pesar", dicen en el Ministeio de Exteriores, en Pekín, "de que el asunto de Camboya continúa impidiendo un neto progreso en las relaciones entre China y la URSS". En la última ronda de conversaciones entre soviéticos y chinos, que concluyó el pasado 14 de octubre en Pekín, Moscú aceptó incluir en la agenda el problema de Camboya, según fuentes occidentales.

Sin embargc), no parece que haya progresos posibles en el conflicto camboyano, considerada por China "el principal obstáculo para una mejora de las relaciones con Moscú", explica Chen Pinglin, jefe del departamento de Investigación Política del Ministerio de Asunto s Exteriores chino. "Hay que recordar la reciente oferta de Deng Xiaoping para celebrar un encuentro en la cumbre con Mijail,Gorbachov, siempre y cuando Vie triam retire sus tropas de Camboya".Un a cumbre chino-soviética que por el momento parece improbable, ¡?ero cuya referencia ilustra una neta imejora en las relaciones entre dos superpotenc as con 1.240 kilómetros de frontera común -casi lo que separa Madrid, de Nueva York- y alrededor de un millón de soldados estacionados a cada lado de lo que fue (-.,:scenirio bélico en los años sesenta.

"Es evidente", confinúa Pinglin, "que la alta concentración de tropas rusas en la zona fronteriza, junto a la intervención soviética de Adkanistán y el apoyo a Vietnam en su agresión a Camboya, representa otro escollo para una rnejorZL real de las relaciones enti-e Pekín y Moscú".

A pesa)i- de mantener un lenguaje firme en lo político, es evídente que el deshielo entre chinos y soviéficos es un hecho irreversible. En el ministerio recuerdan cómo el desarrollo de Siberia necesita del suministro de productos agrícolas procedentes de China. IE-1 pragmatismo parece predominar en esa fase de las negociacion.es, consideradas por analistas occidentales como el paso que lógicamente debía seguir a la reanudación, en 1982, de conversacIDnes diplomáticas al nivel de viceministros entre chinos y sovié.ticos.

Tero La política exterior china se opone a los -movimientos hegemónicos dle cualquiera de las dos superpotencias y, aun cuando somos también una potencia nuclear, no nos alineamos con ninguno de los dos bandos en el litigio soviético-norteamericano", explica Pinglin. China solicitó que se incluyerael desmantelamiento de los misiles soviéticos S S-20 de Extremo Oriente en la cumbre de Reikiavik.

Inquietud de EE UU

Este nuevo acercamiento entre Pekín y Moscú -parece inquietar a Estados Unidos, cuyo entendimiento con China, desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en enero de 1979, es cada vez más estrecho en todos los sentidos. En lo económico, con la presencia de numerosos productos madg in USÁ y de empresas estadounidenses en un mercado de más de 1.000 millones de consumidores potenciales. Y en I.D político y militar, con las recientes visitas bilaterales al más alto nivel: Ronald Reagan visitó China en 1982, y re¿ientemente lo lia hecho Caspar Weinberger, el influyente secretario de Defensa norteamericano, que visitó instalaciones militares y ofreció su cooperación para laventa de armamento norteamericano a China.

Todo ello a cambio, entre otras cuestiones, de una futura visita de barcos de guerra estadounidenses a puertos cláinos, en un gesto más que simbólico en esa zona del mundo donde la flota soviética ha ganado en, presencia, donde Vietnam cuenta conuno de los ejércitos más poderosos y entrenados del mundo y donde el conflicto entre las dos Coreas sigue humeando.

Empero, las relaciones entre EE UU y Taiwan, que Pekín considera "parte del territorio nacional", siguen siendo un obstáculo importante en el diálogo con Washington.

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