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Las casetes piratas suponen entre el 30% y el 50% del mercado español

"Las casetes piratas representan en España entre el 30% y el 50% del mercado, y Grecia e Italia sufren del problema con intensidad", declaró la británica Guillian Davies, directora de la Federación Internacional de Productores de Fonogramas y Videogramas (IFPI). Las ventas piratas representaron en España en 1984, antes de la implantación del IVA, un fraude fiscal superior a los 1.500 millones de pesetas.La sección europea de la IFPI, organismo internacional cuyos 70 asociados representan el 95% del mercado fonográfico y videográfico mundial, mantiene estos días una reunión en Madrid para comprobar la necesidad de una armonización legislativa respecto a los derechos de grabación y reproducción en los países miembros de la Comunidad Europea (CE) y la lucha contra la piratería organizada. La IFPI fue fundada en Roma en 1933.

"La venta de copias no autorizadas con fines comerciales es uno de los problemas más graves con que se enfrentan las empresas productoras de audio y vídeo", dijo Davies. "Portugal es el país que está inundando Europa de casetes piratas a través de redes de distribución perfectamente organizadas, que tienen en Singapur el centro internacional de operaciones".

Esta piratería es la preocupación principal de la Asociación Fonográfica y Videográfica Española (AFYVE), cuyos 28 miembros representan entre el 90% y el 95% del mercado fonográfico español. Su gerente, Carlos Grande, espera la puesta en vigor de la ley de Propiedad Intelectual, "que prevé penas de prisión menor de hasta seis años para las empresas de piraiería organizada. La legislación siempre va a remolque de las conquistas técnicas. La defraudación se ha convertido en un delito económico y social de envergadura y nos ha cogido con una normativa legal anticuada".

El volumen de ventas de estas empresas no autorizadas representa sólo una pequeña parte del. daño que a la industria ocasionan las grabaciones caseras. "De cada elepé vendido", dice Grande, "se realizan entre 6 y 10 copias caseras totales o parciales. La única medida posible es incrementar con un canon el coste de los equipos de sonido y casetes vírgenes de audio y vídeo, ya vigente en algunos países como Francia o Alemania".

Frecuencia inaudible

Para intentar recuperar el tiempo perdido, la IFPI pretende controlar la inminente introducción en Europa de las nuevas Digital Audio Tape (DAT) -casete de calidad similar al compact-disc-, paralizada hasta que fabricantes y productores logren un acuerdo para prevenir la piratería. El sistema elegido para evitar la copia de compacto a DAT puede ser la adaptación de un aparato que emita una gama de frecuencias intermitente e inaudible para el oído humano, que imposibilitaría la grabación al salpicarla de silencios.A través de esta frecuencia subliminal, los productores intentan salvar el futuro inmediato del compacto -en 1985, las ventas en España de estos discos fue de 140.000 ejemplares-, librar esta batalla cuando las demás están casi perdidas y adaptarse a una técnica que -según Guillian Davies- "ha dejado atrás el mercado tradicional de elepés, que en Europa aún puede durar 5 o 10 años, para introducirse en el lanzamiento de discos compactos y vídeos como paso previo a un futuro de sonido e imagen, conectado a un ordenador y recibido vía satélite".

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