Debate en la universidad de Deusto sobre la inteligencia artificial

Un estudio de los sistemas expertos y de la posibilidad de un pensamiento analógico por parte de los ordenadores centró el curso sobre inteligencia artificial que se ha celebrado en Bilbao en el contexto de los actos conmemorativos del centenario de la universidad de Deusto. Anselmo del Moral, profesor de lógica formal e inteligencia artificial del centro universitario, ha dirigido el curso "con el ánimo de que se cree un foco de atracción hacia el trabajo académico en un área que está hoy de actualidad".

Las jornadas han contado con los profesores Graeme Ritchie, de la universidad de Edimburgo (Escocia), y Jaime Carbonell, de la universidad norteamericana de Carmegie Mellon. El primero es un especialista en las traducciones entre lenguaje natural y ordenadores, y el segundo explicó sus tesis sobre el aprendizaje de los razonamientos analógicos. La muestra de equipos comerciales vinculados a la inteligencia artificial y los debates sobre el contenido de las ponencias han completado el curso.Graeme Ritchie dio cuenta de sus experiencias en el campo de los sistemas-expertos, que son aquellos que tienen una directa utilización comercial.

En ese sentido, las primeras aplicaciones en el campo de la medicina o de los servicios bancarios ilustran los pasos de la investigación académica que está más centrada en las posibilidades de obtener respuesta de los ordenadores a preguntas formuladas en lenguajes naturales.

El desarrollo de los equipos permite ya ejercer tareas como la traducción de textos en campos restringidos de conocimiento. La ampliación de estos campos es el eje de la investigación universitaria.

El uruguayo Jaime Carbonell expuso la investigación en curso sobre la introducción en los ordenadores de elementos de razonamiento analógico que eviten la repetición de operaciones, permitan la recuperación por parte del ordenador de operaciones más sencillas resueltas anteriormente y hagan del ordenador un órgano activo de pensamiento.

Las jornadas se cerraron con un debate entre los asistentes en el que se constató el déficit de infraestructura que padecen las universidades españolas para desarrollar una investigación equiparable a la de otras instituciones extranjeras.