Superbebés frente a esterilidad
Diversas ponencias presentadas en la mañana de ayer pusieron de manifiesto la paradoja entre las políticas pronatalistas adoptadas en los países avanzados y los programas de esterilización masiva que llevan a cabo organismos internacionales financiados por el mundo rico en los países del Tercer Mundo.Farida Ajter, de Bangladesh, denunció en su ponencia la distribución masiva de modernos anticonceptivos pensados para la mujer occidental entre las mujeres pobres y desnutridas del Tercer Mundo, que sufren por ello graves efectos nocivo que muchas veces no terminan en la esterilidad, sino en la muerte. El abuso de los anticonceptivos, por una parte, y de los insecticidas en la agricultura, por otra, está provocando un alarmante crecimiento de la tasa de infertilidad en el Tercer Mundo, que, según Farida, es acogido con gran satisfacción por los partidarios de reducir la población de estos países. "El Tercer Mundo se ha convertido en un inmenso negocio y fuente de beneficios para los laboratorios que tienen en los Gobiernos de estos países unas eficaces agencias de distribución".
A esta situación hay que añadir, según Farida, las campañas de esterilización masiva, que en algunos casos se practica sin que lo sepa siquiera la mujer sometida a ella. Farida explicó que en su país, como en otros del Tercer Mundo, la Administración ofrece dinero a las mujeres que aceptan esterilizarse y aprovecha los grandes desastres naturales, como los terremotos, para intensificar estas campañas.
