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SANIDAD

Las feministas proponen acciones de resistencia contra las nuevas tecnologías reproductivas

Milagros Pérez Oliva

Varias de las delegaciones asistentes a la I Conferencia Europea sobre Nuevas Tecnologías Reproductivas e Ingeniería Genética, que se está celebrando en Palma de Mallorca, han propuesto la elaboración de un programa de acciones para rechazar las nuevas tecnologías reproductivas. Las organizadoras de la conferencia apoyan la propuesta que partió de la delegación alemana, cuya portavoz dijo estar sorprendida de haber escuchado algunas intervenciones que abrigaban la esperanza de que las nuevas tecnologías reproductivas pudieran ser un instrumento de liberación para la mujer.

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La coordinadora internacional de la organización feminista internacional convocante de la conferencia, Red Internacional Feminista sobre Tecnología Reproductiva e Ingeniería Genética (FINRRAGE), Renate Duelli-Klein, recordó que la organización había adoptado ya la resolución de rechazar las nuevas tecnologías reproductivas y propuso que la conferencia centrase sus debates en definir una estrategia común de resistencia.En realidad han sido escasísimas las intervenciones favorables a las nuevas tecnologías y todas ellas en el plano de la teoría, puesto que todas las participantes han coincidido en la falta de control y el uso discriminatorio que actualmente se les da.

Los argumentos que sustentan este rechazo han sido objeto de desarrollo pormenorizado en diversas ponencias científicas.

Problemas reales

En síntesis, las feministas rechazan las nuevas tecnologías, en primer lugar, porque no resuelven problemas reales de las mujeres, al tiempo que impiden. que se investiguen las causas verdaderas que conducen a la infertilidad de un segmento muy reducido de éstas. Según la socióloga australiana Cristine Crowe, a lo sumo un 10% de las mujeres que se someten a un programa de fecundación in vitro quedan embarazadas y, de éstas, la mitad, aproximadamente, sufre un aborto con posterioridad. Además, un tercio de las mujeres que se someten a programas de fertilización padece una esterilidad de causa desconocida.Según Cristine Crowe y Gute Winkles, del Reino Unido, autoras de sendos informes sobre mujeres que se someten a fecundación artificial, la mayoría de ellas llega al programa de fertilización no estrictamente por una decisión libre, sino tras una fuerte presión psicológica y en ocasiones después de haberse sometido a largos y peligrosos tratamientos hormonales de fertilización. Según Sara Franklin, del Reino Unido, las nuevas tecnologías refuerzan la ideología según la cual las mujeres estériles son consideradas socialmente no aptas y se las culpa por ello.

Gute Winkles explicó la experiencia de los centros creados por las feministas para acoger y ayudar a las mujeres estériles en su país. Consuelo Catalá, del Departamento de la Mujer de la Consejería de Cultura de la Comunidad Valenciana, propuso que se plantee en España la creación de centros de este tipo.

Cristine Crowe afirmó en su ponencia: "La propaganda de las nuevas tecnologías de reproducción pretende hacernos creer que las mujeres necesitamos a los médicos que las practican para resolver nuestros problemas cuando son ellos quienes necesitan nuestros cuerpos para experimentar". Ésta es, precisamente, la segunda razón por la que se propone el rechazo de estas tecnologías. Las feministas que lo propugnan sostienen que estos medios de reproducción reciben grandes inversiones de dinero no por sus efectos terapéuticos, sino porque su objetivo real es la investigación con fines eugenésicos, racistas y sexistas.

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