El encuentro de Reikiavik
(...) En el momento en que se reúnan Reagan y Gorbachov en Reikiavik las cosas no serán lo que parecen, desde el punto de vista norteamericano. Se tratará tan sólo de un encuentro o de un encuentro amistoso; quizá pueda ser tan sólo definido como una minicumbre o incluso como una precumbre de una cumbre. Así lo ha manifestado Reagan: "Esto no es una cumbre".Un intercambio (el de Daniloff por Sajarov), que, según Reagan, no fue tal; una cumbre que no lo será; una crisis entre las dos superpotencias que comenzó como un clásico caso de espionaje de tercera clase y que finalizó un mes después con una "solución pragmática y realista", según un portavoz de la secretaría norteamericana para Asuntos Exteriores.
Se puede plantear una cuestión fundamental ante la cumbre del hotel Saga de Reikiavik: ¿está preparado Ronald Reagan, tras un mandato de seis años, para negociar un acuerdo de largo alcance con los soviéticos? Si la respuesta fuera positiva sería cuestión de suponer que cualquier cuestión posterior tendría rápida solución. (...)
Si las dos superpotencias alcanzaran realmente un acuerdo para la limitación de las armas de alcance medio en Europa -pese a que tanto Moscú como Washington proclaman casi diariairnente su predisposición para ello-, podría quizá pensarse en una hipotética retirada de los SS-20, los Pershing 2 y los misiles de crucero de Europa, cuya instalación ha envenenado durante mucho tiempc, las relaciones entre el Este y el Oeste.
El control de armamentos, incluso el desarme, ha sido utilizado durante años como truco propagandístico por cada una de las partes para desacreditarse mutuamente. (...)
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