El cardenal Poupard abre en Budapest el diálogo entre cristianos y marxistas
El cardenal Paul Poupard, presidente del Secretariado para los No Creyentes, manifestó ayer en Budapest que era necesario el establecimiento de un clima de diálogo entre cristianos y marxistas. Poupard hizo estas afirmaciones en el acto inaugural de las sesiones que, bajo el lema de Sociedad y valores éticos, organizan el Vaticano, a través del secretariado que preáide el cardenal citado, y el Estado húngaro, por medio del Instituto de Filosofla de Budapest.
Dentro de las conversaciones, que se prolongarán hasta el próximo viernes, la jornada de ayer fue de tanteo por ambas partes que, de momento, evitan cualquier enfrentamiento gratuito en estas sesiones que se celebran a puerta cerrada. Ejemplo de esta voluntad fueron las palabras del cardenal Poupard, quien afirmó que existen unos problemas comunes "de los que nadie puede desentenderse" y citó como ejemplo de ello temas como el de la justicia en el mundo, la solidaridad entre los hombres y los pueblos, la ayuda a los más pobres y oprimidos y la salvaguarda del medio ambiente. En un clima conciliador, el cardenal francés agradeció al Estado húngaro la organización de estas sesiones, que fueron calificadas por un portavoz de los ponentes marxistas de "capítulo importarifisimo,que se abretras el Concilio Vaticano ll".Las sesiones fueron relatadas a los medios de comunicación a través de sendas conferencias de prensa. Los católicos a través del profesor de la universidad belga de Lovaina Jean Ladriére, mostraron su satisfarción por el hecho de que se hubieran evitado los temas duros, a pesar del reconocimiento de una divergencia radical de fondo.
Un portavoz del sector cristiano que asiste a la conferencia recordó que una de las críticas que frecuentemente han hecho los marxistas de la religión se centra en el desinterés que le atribuyen por el mundo terreno.
Esta critica no apareció durante la jornada de ayer, en la que conferenciantes de algunos partidos comunistas del este de Europa mostraron sensibilidad hacia los cristianos. Una prueba de ello fue la intervención del checoslovaco Bohumil Nemec, quien dijo que "la tolerancia no es suficiente; es necesario respetar la pluralidad de mentalidades".
Otro marxista, el profesor de la Academia de Ciencias de Polonia Tadeusz Jaroszlwski, recordó la fascinación del joven Marx por la antropología de Ludwig Feuerbach y añadió que los marxistas "observan una evolución notable del pensamiento cristiano en muchas cuestiones". "El teocentrismo", sentenció el polaco, "está reconciliado actualmente con el antropocentrismo".
En su voluntad de acercamiento, Jaroszlwski citó encíclicas de Juan Pablo II, a Jacques Maritain, Mounier y Teilhard de Chardin. Sin embargo, el ponente polaco puso tierra de por medio entre ambas concepciones al afirmar que "tratar la vida humana en el cuadro sobrenatural cristiano es darle al hombre conciencia inadecuada, que no se deja verificar de una manera científica". No obstante, acabó sus palabras con un acercamiento a las de Poupard al señalar que gracias al diálogo desde posiciones distintas "la vida de cada hombre puede convertirse en más humana".
Para hoy, jueves, está prevista la asistencia a los debates del cardenal Franz Köning, antiguo presidente, del Secretariado Vaticano para los No Creyentes. Köning asistirá a una sola sesión debido a su estado de salud, lo que no hacía previsible su presencia en Budapest.
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