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LAS SUPERPOTENCIAS DIALOGAN

Gobierno islandés limita las protestas judías contra la URSS y prohíbe al 'Sirius' la entrada en Reikiavik

El Gobierno de Islandia ha negociado con el Movimiento Judío Internacional para que limite sus protestas contra la Unión Soviética durante la cumbre que el presidente estadounidense, Ronald Reagan, y el líder soviético, Mijail Gorbachov, celebrarán en Reikiavik el próximo fin de semana. Así lo confirmó a EL PAÍS el primer ministro islandés, Steringrimur Hermannsson, quien también informó que su Gobierno ha prohibido la entrada al puerto de la capital islandesa del buque Sitias, de la organización ecologista Greenpeace.

"Ha habido una negociación [con los judíos]", dijo Hermannsson. "En consecuencia, vendrán en un vuelo particular 10 personas significativas, que darán una conferencia de prensa el viernes y se marcharán a continuación". Las negociáciones fueron llevadas a cabo por un alto. funcionario del Ministerio de Justicia.Islandia, un país que tiene por tradición unas excelentes relaciones con Tel Aviv, entró el lunes en conflicto con el movimiento judío, a raíz de que una agencia internacional de Prensa atribuyera a Hermannsson unas declaraciones contrarias a la llegada de un vuelo especial Nueva York-Reikiavik cargado de personas dispuestas a manifestarse contra Mijail Gorbachov por las restricciones impuestas en la URSS a la emigración hacia Israel.

"La cita [de la agencia] estaba totalmente fuera de contexto. Lo que hice fue pedir por favor que no se manifestaran en estos días, porque no tenemos policía y hay muchos problemas ele seguridad. Nunca hemos tratado de reprimir, sin de ser persuasivos", afirma Hermanrisson.

Nadie se manifestará

En relación con la llegada del Sirius, que zarpó el sábado pasado de Anisterdani con idea de estar presente en la cumbre, Hermarmsson explicó: "No nos gusta Greeripeace, porque ha utilizado métodos no aceptables en su campaña contra la pesca de la ballena. El Sirius no será autorizado a entrar en el puerto de Reikiavik, aunque sí podrá. hacerlo en otros puertos del país; por ejemplo, en el norte. Pero [los ecologistas] no podrán maniflestarse. Ningún político de este país, donde hay una oposición a la existencia de la base rnilitar norteamericana, va a protestar en la calle. La izquierda lo ha aceptado así, porque a todos nos interesa la cumbre", afirma el primer ministro, miembro del Partido Progresista (centro), que es minoritario dentro de la coalición en el Gobierno. El Partido de la Independencia (conservador) es el otro componente de esta coalición, formada tras las elecciones de 1983.Olafor Grinson, presidente del comité ejecutivo de la Alianza del Pueblo (socialista), organización mayoritaria en la oposición, explica asi su aceptación del acuerdo de no manifestarse: "Apoyamos esta reunión, porque creemos que representa una oportunidad para avanzar en la línea de la paz y del diálogo, lo que contribuirá a favorecer nuestras, demandas de desmilitarización total de Islandia".

El primer ministro, Hermannsson, reconoce, por su parte, que la cumbre se celebrará en un momento en el que las relaciones de su Gobierno con las dos superpotencias no son precisamente excelentes. Con Estados Unidos, porque la Administración de Reagan ha privado a las empresas islandesas del transporte de los suministros de la base norteamericana de Keflavic, al tiempo que ha tratado de limitar las capturas islandesas de ballenas. Con la URSS, uno de los principales clientes de este país, porque Moscú ha intentado desvalorizar las exportaciones islandesas paralelamente a la caída de los precios internacionales del petróleo. Hermannsson subraya que éstos son problemas normales entre países, y recuerda que el suyo ha mantenido inmejorables relaciones tanto con Washington como con Moscú. "Aunque por supuesto", añade, "estamos en la OTAN, no somos neutrales".

Para el primer ministro islandés, no es la seguridad el principal pro blema en esta reunión de las dos grandes potencias. "Somos un país muy remoto", comenta, "y eso elimina. muchos riesgos. Más problema ha sido el de dar alojamiento a tanta gente". En relación con este último asunto, afirma que la petición lanzada por el Gobierno a los ciudadanos para que ofrezcan habitaciones al precio razonable de unos 40 dólares por noche (unas 5. 500 pesetas) ha dado excelentes resultados. "Ya no hay problema de alojamiento en Reiklavik. Ahora mismo existen unas 500 habitaciones alquilables en esas condiciones".

Jonas Christiansson, director de Dangbladid, el segundo periódico en tirada de Islandia, también se hace eco de esta respuesta popular al llamamiento del Gobierno y explica que supone un gesto de apoyo a la cumbre.

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