Los de entonces
María del Pilar Serrano, la esposa de José Donoso, ha terminado Los de entonces, libro donde cuenta diversas cenas por alguna razón memorables.En su día, María del Pilar escribió un apéndice delicioso a la Historia personal del boom (Seix Barral), en la que Donoso desentrañaba algunas claves para la comprensión de lo que significó aquél grupo de escritores latinoamericanos residentes en Europa al inicio de los setenta.
El grupo se dispersó. Hay quien piensa que la política pesó en ello, aunque Donoso lo niega. Cuenta que una vez se excusó ante Fuentes por haberle plagiado una frase. "No te preocupes", le dijo Fuentes, "todos estamos escribiendo la misma novela".
El chileno ve a los otros de vez en cuando. Sobre todo al mexicano Carlos Fuentes y al peruano Vargas Llosa: sus mujeres son casi parientes. La polémica entre Günther Grass y Vargas Llosa le hastía sobremanera: "Lo del compromiso del escritor es algo que se remonta a Sartre", dice. El novelista toma partido en favor de Vargas Llosa: "No me convence para nada lo que los europeos exigen a los latinoamericanos". Tiene, en cambio, su lealtad dividida respecto a Estados Unidos, país en el que ha vivido pero de cuya responsabilidad en la situación chilena es consciente.
En La desesperanza, el destino del legado de Neruda es parte de la trama. Buena parte de¡ legado de Donoso -incluida la mayor parte de los 70 volúmenes de sus diarios de trabajo- se encuentra en la universidad norteamericana de Princeton. Sabe que esos documentos estarán cuidados, dispuestos para el estudio, en un lugar blindado por completo varios metros bajo tierra, y que si cae una bomba atomica "eso quedará". Eso cree.
Pero lo que de verdad le emociona es saber que su obra comparte anaquel con el manuscrito de Alicia en el país de las maravillas, de Dodgeson, alias Lewis Carrol, bajo el mismo techo que obras de Scott Fitgerald, Hemingway y Carlos Fuentes.
