Greenpeace, en la noria del Prater

La organización ecologista Greenpeace organizó ayer en Viena una espectacular manifestación antinuclear para denunciar la conferencia del organismo internacional de energía atómica como una reunión destinada a tranquilizar a la opinión pública internacional, alarmada tras el accidente de Chernobil.En el célebre parque de atracciones del Prater, en la capital austriaca, cuatro miembros de la organización se subieron en la noria, famosa como escenario de la película de Orson Welles El tercer hombre, donde desplegaron una gran pancarta, a 50 metros de altura, en la que se podía leer "Freno inmediato a la energía nuclear. Greenpeace por un futuro no nuclear".

La organización ecologista no puede asistir, pese a haberlo solicitado, a la conferencia del OIEA como observadora, ya que su presencia fue vetada por la dirección del organismo internacional.

Greenpeace presentó en Viena un informe sobre los peligros de la energía nuclear en el que expertos en la materia de varios países llegan a la conclusión de que ningún reactor comercial del mundo es seguro.

El físico nuclear norteamericano Richard Webb afirmó ayer en un foro alternativo-antiatómico del OIEA que "muchos reactores occidentales son mucho más peligrosos que el de Chernobil". Según dijo, los reactores de agua ligera tienen muchos más peligros potenciales que los refrigerados por grafito, como el accidentado en Chernobil.

En otro foro cercano a Viena, en el Instituto Internacional de Sistemas de Análisis Aplicados (HASA), el director de este centro, Ed Schmith, antiguo empleado de la compañía General Electric, fabricante de centrales, dijo que cada tres o cuatro aftos espera un accidente nuclear como el de Harrisburg o Chernobil, "algunos más graves otros menos".