El presidente de Fiat niega que haya "echado" a Libia de dicha empresa
El presidente del grupo industrial italiano Fiat, el abogado Gianni Agnelli, declaró ayer, al comentar la reciente salida de los capitales pertenecientes a Libia de la importante firma automovilística de Turín: "El comportamiento de los libios ha sido impecable". Y añadió: "Algún diario ha escrito que nosotros hemos echado a los libios. Otros han publicado viñetas en las que aparece Gaddafi recibiendo nuestros puntapiés. Todo falso. En estos 10 años hemos trabajado bien juntos. Los libios nunca intentaron forzar la mano. Es verdad que en ese caso nosotros nos hubiésemos opuesto, pero tengo que confesar que nunca pretendieron nada y que se comportaron siempre con gran dignidad".Agnelli confirmó ayer que la cuota libia (que representaba el 18,4% de las acciones de Fiat, el grupo industrial más importante de Italia) quedará en Europa. Mediobanca se ocupará de la parte italiana (400 millones de dólares, unos 53.600 millones de pesetas), mientras que el Deutsche Bank se dirigirá a las restantes plazas internacionales, que absorberán las otras tres cuartas partes de la cuota dejada por los libios. Ahora, la cuota de mayoría (40%) queda en manos de Agnelli.
Esta decisión le da a éste mayor tranquilidad, ya que, entre otras cosas, anula un posible veto de Estados Unidos, al considerar a la empresa italiana como posible participante en proyectos relacionados con la Iniciativa de Defensa Estratégica o guerra de las galaxias. Dicha participación era muy improbable si las acciones libias continuaban en Fiat.
Condición de Gaddafi
El administrador delegado de Fiat, Luigi Gabetti -que ha sido el alma del acuerdo para la salida de los capitales libios, como lo había sido en 1976 para su entrada-, ha confesado que el gran secreto con el que ha sido llevada la negociación fue una condición puesta por el coronel Muammar el Gaddafi para aprobar la firma final. Sobre por qué Libia ha preferido dejar Fiat, Gabetti formula dos hipótesis. Una, el temor a que la cuota libia en Fiat pudiese ser congelada a cambio de las deudas que aquel país ha contraído con otras empresas italianas; y la otra, la dificultad de la producción petrolífera de Libia, país necesitado, por tanto, de dinero líquido.Luigi Gabetti dijo también que la operación ha sido posible porque Fiat estuvo dispuesta, aunque con enormes sacrificios, a vender todo el paquete y no sólo una parte. Cosa que al mismo tiempo, como ha señalado Agnelli, ha evitado el peligro de que una parte del paquete de acciones libias pudiese acabar en manos de socios poco recomendables para la casa de Turín.
Lo que más subrayaban ayer en Turín los dirigentes de Fiat es que el socio libio, que había sido siempre correcto, nunca pidió contrapartidas de carácter político y sigue siendo amigo de Fiat. Quizá porque Agnelli, que es hombre con gran olfato en relación al futuro, sabe muy bien que el viento de la historia puede siempre cambiar de dirección, y que siempre es mejor política tener amigos que enemigos.
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