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Cuantiosos daños por las lluvias en Asturias y Aragón

Las intensas lluvias caídas en Asturias y amplias zonas de Aragón desde la tarde del pasado martes al miércoles han causado numerosas inundaciones y ocasionado cuantiosos daños materiales y cortes de carretera. En la localidad asturiana de Cangas de Narcea, un joven de 14 años murió ahogado, y en Ojos Negros (Teruel), cuatro personas resultaron heridas. Para las próximas horas se esperan nuevas tormentas. En Asturias, y especialmente sobre la zona central, la tromba de agua fue provocada por un embolsamiento de aire frío a una altura de 5.000 metros, que alcanzó temperaturas de 15 grados bajo cero.

A mediodía de ayer se restablecieron los servicios aéreos y ferroviarios (de Renfe y de FEVE) en Asturias, aunque por la tarde continuaban cortadas algunas carreteras locales y comarcales y en otras la circulación aún era dificil, bien por desprendimientos de tierra o por encontrarse el firme en mal estado como consecuencia del agua caída, informa Javier Cuartas.Durante las últimas horas de la tarde y parte de la noche se recogieron 75 litros por metro cuadrado en Oviedo, 85 en el aeropuerto de Asturias, 63 en Gijón y 60 en Avilés; en Siero se sobrepasó, entre la una de la tarde del martes y las cinco de la madrugada de ayer, el centenar de litros por metro cuadrado.

El suceso mas grave ocurrio en Cangas de Narcea, donde un joven de 14 años de edad, José Antonio Méndez Arias, murió ahogado en la aldea de Robledo de Viforco, tras ser arrastrado por las aguas desbordadas del arroyo Lavajos durante un kilómetro. Protección Civil de Asturias, que permaneció en estado de alerta durante tcoda la noche, no había evaluado aún ayer tarde las pérdidas, aunque sabe que son considerables.

Numerosas viviendas, garajes y establos sufrieron inundaciones en diversas localidades, como La Foz de Mocín, Argame y Riosa. También se produjeron importantes destrozos en cultivos y en algunas carreteras. En Turón, una de las zonas más afectadas, los vecinos de los barrios de La Ceposa y, La Felguera aún tenían ayer que entrar y salir de sus casas por lasventanas. En esta localidad la lluvia formó una especie de presa en una escombrera que, al reventar, arrastró un establo, tres garajes, varios coches y una res.

En Oviedo, los bomberos intervinieron en 50 ocasiones a lo largo de la noche y el alcalde de la ciudad, Antonio Masip, decretó el estado de alerta para todos los servicios municipales. El tráfico se colapsó en algunas zonas de la capital, sufrió daños la red semafórica y se inundaron viviendas y sótanos.

En Avilés y Gijón también sufrieron inundaciones algunas calles céntricas.

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Ayer tarde continuaba lloviendo en la región, aunque con suavidad, y permanecía cortada la carretera Figaredo-Turón y parcialmente la de La Secada a Villaviciosa.

En Aragón, las zonas más afectadas han sido la cuenca minera de Ojos Negros y la de Belchite (Zaragoza), informa Javier Ortega. Se registraron hasta 56 litros por metro cuadrado en Caspe (Zaragoza) y 53 litros en Belchite. Las pérdidas todavía no habían sido evaluadas ayer pero se estima que serán cuantiosas.

La tormenta tuvo especial incidencia en Ojos Negros, donde cuatro personas resultaron heridas de carácter leve: el ocupante de un vehículo que circulaba por la zona a la hora de la tormenta, y un padre y sus dos hijos, que se encontraban trabajando en una granja de conejos, en la que resultaron muertos unos 1.000 de estos animales.

Las lluvias arrasaron un corral en el que perecieron cerca de 200 ovejas. Las instalaciones de la compañía Sierra Menera, de Ojos Negros, principalmente la cinta de transporte y el lavadero, resultaron dañadas y quedaron paralizadas. Los tejados de algunas viviendas, el servicio de teléfono y un kilómetro del tendido eléctrico resultaron también afectados en esta comarca minera.

Todos los servicios de protección civil de la provincia de Teruel permanecieron en estado de alerta y el gobernador civil, Horacio Espina, se trasladó a Ojos Negros a las 4.30 horas.

La localidad de Codo, de unos 400 habitantes y distante cinco kilómetros de Belchite, fue la zona más afectada de la provincia de Zaragoza. Las calles del pueblo quedaron cubiertas por el barro y la tormenta de lluvia y granizo arrasé las cosechas y destrozó caminos y acequias.

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