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Ricardo Doménech: "A los españoles nos aterra la opinión de los otros"

Las Jornadas de Almagro se dedicaron este año al honor, honra y familia en el teatro clásico

A lo largo de tres se días se han debatido en las Jornadas de Almagro, que se celebran dentro del Festival Internacional de Teatro de Almagro, numerosos aspectos en torno al honor, la honra y la familia en el teatro clásico, así como su interpretación actual como elementos dramáticos. Que estos conceptos aún hoy preocupen a la sociedad, el catedrático Ricardo Doménech declaró a esta enviada especial en Almagro que lo achacaba al terror que a los españoles nos produce la opinión de los otros.

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Dirigidas por Alonso Zamora Vicente, secretario general de la Real Academia Española, las jornadas han tenido como asistentes a los ponentes invitados y a una treintena de estudiantes interesados por la literatura dramática que han sido becados por la Diputación de Ciudad Real. En las jornadas ha quedado aceptado por todos el de que el honor se posee, y la honra es algo que los demás le suponen a unoTambién se recogió el que el teatro del Siglo de Oro español estaba lleno de contradicciones, y en esté sentido, un buen ejemplo eran estos autores, que en muchas de sus obras exponían un rígido concepto del honor y la honra mientras que en sus vidas privadas reinaba el caos moral más absoluto.

Zamora Vicente, que se ha sentido muy satisfecho por los resultados de las jornadas, opina que respecto a la vida poco honorable y honrosa de estos autores es algo no criticable y hay que ser generosos. Respecto a la relación que puede darse en el tratamiento de los conceptos de honor y honra en el XVII y en la actualidad, Zamora Vicente piensa que es evidente que hoy no existe el status social que permitía el fenómeno de la comedia clásica, pero su residuo queda. "De hecho analizábamos que hay matices de la lucha pasional del conflicto del honor que todavía se viven en la sociedad española". Las jornadas se iniciaron con El tratamiento del conflicto amoroso en los diversos estratos sociales . Laura Dolfi, catedrática de la universidad de Florencia, planteó el desarrollo que tenían el tema del honor ofendido en las comedias de Tirso de Molina: "La mujer reacciona a la ofensa. disfrazándose, engañando, enredando, para lograr sus fines amorosos. El hombre no suele jugar con la honra y el honor, y la mujer sí".

Señores y criados

Luciano García Lorenzo, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, desarrolló el tema del amor a través de la locura fingida o de simulación partiendo de la comedia de Lope de Vega Los locos de Valencia. César Oliva, director hasta el pasado año del Festival de Almagro, habló de las diferencias de honor entre señores y criados en los textos clásicos. "Los criados no tienen padre, hermano o tío que vele por su honra"En la jornada dedicada a La condición femenina y su interpretación dramática intervinieron Evangelina Rodríguez y Antonio Tordera, ambos de la universidad de Valencia, y John Varey, catedrático británico. En ella se planteó que los autores del siglo XVII lo que hacían era explotar el conflicto que provoca el honor, no el honor en sí. "Es el conflicto entre sentimientos y razón, entre orden social y libertad individual", comentó Tordera, "una conducta que gobierna el hombre y padece la mujer". En la jornada de clausura se ha tratado La visión popular en los conflictos de honra en el teatro, por Jorge Urrutia, catedrático de la universidad de Sevilla, y Ricardo Doménench, catedrático de la Escuela Superior de Arte Dramático. Urrutia ha planteado cómo un villano puede acceder y emparentar con la nobleza, y a mayor dinero mayor nobleza y, por tanto, mayor honra. Ricardo Doménench ha querido hacer constar algo que les pasa a todos los estudiosos de la literatura dramática: "Es la perplejidad ante estos dramones sangrientos que repugnan a la sensibilidad y mentalidad actual, algo que ya hizo Lope de Vega en algunas obras cuestionando a estos caballeros tan celosos y sanguinarios". También añadió que al público de la época le gustan estas obras y hay en ellas un componente morboso, "sirven como defensa de la instutución familiar desde el punto de vista del papel que la mujer tiene que jugar dentro de la sociedad, como defensa de esa institución. Las mujeres que tengan esta tentación tendrán que tener cuidado, porque si no las pueden matar. Es una amenaza para las mujeres de la época"

Los espectáculos presentados hasta el momento dentro del Festival de Almagro han sido Las picardías de Scapin, de Moliére, bajo la dirección de Ángel Gutiérrez; El rey Juan, de Shakespeare, dirigido por José Estruch, y El médico de su honra, de Calderón de la Barca, dirigida por Adolfo Marsillach, que se presentó el viernes pasado por la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

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