Alfonsín destituye a un general tras la ofensiva militar contra los tribunales civiles
El Gobierno argentino, que preside Raúl Alfonsín, ha decidido el relevo del general Jorge Gorleri, comandante supremo del Segundo Cuerpo del Ejército de Tierra, con sede en Rosario, 400 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, en un intento de conjurar una ofensiva en el seno de las Fuerzas Armadas contra los tribunales civiles que juzgan los delitos cometidos durante la llamada guerra sucia.La decisión de la Cámara Federal, el máximo tribunal civil, de reclamar al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que le remita las causas abiertas desde hace tres años -en las que se acusa a oficiales retirados y en actividad por el secuestro, tortura, muerte y desaparición de miles de personas entre 1976 y 1983- desató una ola de críticas entre altos oficiales de las tres armas. Éstos culparon a los comandantes supremos de los distintos cuerpos de Ejército y a los jefes de Estado Mayor por permitir la intromisión de la justicia civil en la revisión de lo que consideran "una gloriosa victoria contra los enemigos de la patria".
El viernes pasado, en una de las habituales reuniones que el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, mantiene con los comandantes de los cuerpos del Ejército, el general Gorleri advirtió al ministro que no podría continuar en su cargo si la justicia civil citaba a algunos de sus subordinados: `No puedo aceptar que los oficiales acusados o condenados hayan cometido delitos contra la humanidad por combatir y vencer en una lucha que fue una causa justa para el Ejército argentino".
El ministro Jaunarena no reaccionó en ese momento, pero el lunes citó al general Gorleri en su despacho y le solicitó su pase a la situación de retiro. El miércoles, en la toma de posesión del nuevo jefe del Segundo Cuerpo de Ejército, general Emesto Alais, el jefe de Estado Mayor, Héctor Ríos Ereñú, aseguró que "la actitud de Gorleri fue leal y sincera al expresar con anticipación su incapacidad.de ejercer el mando en el caso de que se produzca alguna detención del personal a su cargo".
Búsqueda de una amnistía
La reacción de altos mandos de las Fuerzas Armadas contra la acción de la justicia civil estaba siendo cada vez más ostentosa. La semana pasada, en una reunión con la Comisión de Asesoramiento Político del Ministerio de Defensa, el contralmirante Rodolfo Tettamanti, comandante de la Infantería de Marina, volvió a atacar con dureza a la Cámara Federal. Este oficial naval declaró recientemente su "profundo desprecio hacia quienes nos desprecian, y una enorme solidaridad con nuestros pares, condenados injustamente". La ofensiva aspira a lograr algún tipo de amnistía que dé por terminada la revisión de la llamada guerra sucia contra la guerrilla de izquierdas y que salpicó a gran parte de la sociedad argentina.Los jefes de Estado Mayor han sugerido al ministro de Defensa el análisis de la ley de olvido aprobada en Brasil antes de las elecciones generales y del proyecto de ley de amnistía que, el presidente del Uruguay, Julio María Sanguinetti, acaba de presentar al Parlamento de su país.
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