Banca Catalana y la información

EL PAÍS, uno de los mejores medios periodísticos hechos en el Estado, si no el mejor, al haber colocado el mensaje periodístico en un alto nivel de bien hacer, de seriedad y respeto hacia la moderna comunicación, destaca lamentablemente, también, por su persistente animadversión hacia todo lo catalán, detectable hasta por un diario de la derecha madrileña, como Ya, al calificar, el 15 de agosto, de "insistente preferencia, mezclada con cierta agresividad injustificada" su interés por el contencioso Banca Catalana-presidente Pujol.A su persistencia contra el presidente catalán, no mostrada por igual hacia otros casos donde los implicados han sido los socialistas, debe añadirse el tratamiento dado al incendio de Montserrat. Desde Aguadulce, observo con sorpresa que, en su edición del martes 19 de agosto, tratan los incendios de Tabernas y Madrid (un centenar de hectáreas), olvidándose por completo de las 8.000 hectáreas incendiadas en Montserrat, cosa que no citan hasta el día siguiente. Y el incendio, por su volumen e implicaciones, no era noticia local. Tampoco el día 20 aparece el resultado de los encuentros del Gamper jugados el día anterior. En cambio, las noticias sobre Schuster sí que gozan de sobredimensionarlas.Parece como si el interés de sus primacías en relación a Cataluña y lo catalán sólo exista cuando hacen periodismo anti, lejos de la objetividad y deontología de un medio aparentemente no derechista, lejos de lo que se enseña en las facultades del ramo.

Lamentablemente, el buen hacer periodístico, cuando toma opción partidista al centralismo o a los que mandan, se envilece un mucho- Miquel Sánchez.